El Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM) ha declarado la ilegalidad de más de 160 estaciones de radio en todo el país entre marzo de 2024 y mayo de 2025. Así lo revela un informe especial al que tuvo acceso Cadena Nueve, donde se expone la gravedad de una problemática que avanza sin un patrón claro de control estatal y con profundas desigualdades territoriales.
El espectro radioeléctrico argentino vive hoy una tensión crítica: proliferan emisoras sin licencia, y en muchas zonas del país las denuncias no se investigan con la misma celeridad. El resultado es un mapa desigual de fiscalización, donde algunas provincias muestran avances notorios mientras que otras parecen estar al margen del radar regulador.
Buenos Aires encabeza, pero el interior preocupa
Con 40 estaciones ilegales, la provincia de Buenos Aires lidera el listado, aunque con un bajo porcentaje de causas tramitadas respecto de la cantidad de denuncias. En cambio, provincias como Formosa, Misiones, Chaco y Santiago del Estero muestran una mayor proporción de controles y resoluciones.
Formosa, particularmente, es la ciudad con más estaciones ilegales detectadas (6) y una de las pocas donde se han concretado decomisos. Allí, la intervención del ENACOM ha sido más decidida, aunque aún insuficiente frente a la magnitud del fenómeno.
Frecuencias calientes y concentración sospechosa
La mayoría de las radios clandestinas operan en el rango de 90 MHz a 107,9 MHz, con una alarmante concentración en frecuencias como 104,7, 105,3 y 107,9 MHz. El barrido técnico realizado por ENACOM permite suponer la existencia de operadores que explotan de forma sistemática el espectro, al margen de toda legalidad.
En ciudades como Posadas (Misiones), Resistencia (Chaco) y San Fernando del Valle de Catamarca también se detectaron agrupaciones significativas de emisoras ilegales, lo que podría indicar redes organizadas de transmisión sin habilitación.
Desregulación y vacío legal
La reciente resolución 352/2025 eliminó el régimen de controversias vigente hasta ahora, exigiendo que todas las denuncias sean ratificadas bajo un nuevo procedimiento. Esto genera incertidumbre tanto para los operadores legales como para los denunciantes, ya que implica el archivo de actuaciones pendientes si no se ajustan a los nuevos encuadres.
Este cambio normativo pone en jaque muchos procesos iniciados y obliga a quienes quieran hacer valer sus reclamos a presentar nuevamente las denuncias, lo que podría dejar muchas situaciones impunes por cuestiones meramente formales.
¿Soluciones? Pocas y limitadas
Para quienes operan actualmente sin licencia, las opciones de regularización son limitadas: adquirir licencias en el mercado secundario o aplicar a regímenes especiales en zonas no capitalinas. Sin embargo, la disponibilidad es escasa y la incertidumbre regulatoria complica aún más cualquier intento de formalización.
Conclusión
Lo que comenzó como un esfuerzo de control del espectro se ha convertido en un reflejo del caos normativo y la desigual aplicación de la ley. La existencia de más de 160 radios ilegales no sólo vulnera la legalidad, sino que pone en riesgo la pluralidad y la calidad del sistema de medios. Sin una política clara, equitativa y federal de fiscalización y regularización, el problema está lejos de resolverse.
En el ENACOM, la lista es de cerca de 2.000 estaciones de radio ilegales y se transita hacia que sean erradicadas.