La Familia Franco celebra la beatificación de Eduardo Pironio

El papa Francisco dio a conocer la resolución, el jueves 9 de noviembre de la beatificación del nuevejuliense, cardenal Eduardo Pironio, después de que el Vaticano confirmara el milagro que se le atribuye: haber curado a Juan Manuel Franco, un bebé que había quedado en estado de coma tras aspirar purpurina.

El bebé Juan Manuel tenía apenas 15 meses cuando el viernes 1 de diciembre de 2006 ocurrió el accidente en su casa familiar en Mar del Plata.  Pironio había nacido el 3 de diciembre de 1920, faltaban dos días para que cumpliera el 86 aniversario de su natalicio.

En un momento de descuido, el chiquito agarró una cajita con pinturas y un tarrito con purpurina y se lo llevó a la boca. Su mamá, Laura Carrozo, lo puso a upa y le sacó todo el polvo que tenía y fueron rápido a la Clínica 25 de Mayo.

Pero a los pocos minutos el bebé comenzó a tener problemas respiratorios serios por haber aspirado el polvo brillante compuesto por metales tóxicos.

El pronóstico que les dieron era desesperante. Los médicos les expresaron que no había esperanza, ya que no había antecedentes de supervivencia ante este tipo de intoxicación, y que solo rezar el único camino.

Los padres, Laura y Mariano quedaron abrumados entraron en shock y caminaron con rumbo incierto.

Aspirar purpurina genera una neumonía química ya que en los primeros análisis de sangre, encontraron restos de metales como cobre, zinc y plomo en el organismo del chiquito.

En ese contexto, Juan Manuel fue trasladado al Hospital Materno Infantil, donde ingresó en terapia intensiva y quedó en coma inducido con asistencia respiratoria.

Era sábado y ese día se celebraba la Marcha de la Esperanza, que fue creada por Eduardo Pironio y salía del puerto hasta la catedral de Mar del Plata.

Entre sus paradas estaba la parroquia del Materno Infantil.

Allí, el padre Silvano de Sarro, de la parroquia San Antonio de Padua de Mar del Plata, les dio a Mariano Franco  y a Laura Carozza una estampa de Eduardo Pironio, que fue obispo de la ciudad entre 1972 y 1975.

Con la imagen y un rosario en mano, Mariano y Laura se pusieron a rezar. Se aferraron a la oración y pedían que Pironio sea el nexo con la Virgen maría y Jesús, para que se recupere su hijo.

Poco después de que se pusieran a rezar, los médicos notaron una “leve mejoría”. Luego lo sacaron del coma y horas después Juan Manuel comenzó a comer. Los siguientes análisis de sangre no mostraban nada raro.

Los padres de Juan Manuel contaron que fueron observando coincidencias entre los progresos en el cuadro de su hijo en terapia intensiva y fechas claves de la vida de Pironio: El 3 de diciembre es el cumpleaños de Pironio, el 5 el día en que se ordenó. Justo en estos días mejoró Juan Manuel.

El 13 de diciembre Juan Manuel ya estaba en casa como si no hubiese pasado nada, sin ningún tipo de secuela. Los médicos no lo podían explicar y la ciencia tampoco.

Mariano y Laura, que son profesores de música en colegios de Mar del Plata, se mostraron “muy felices” por la noticia de la beatificación del ex-obispo marplatense. “Sabíamos que iba a suceder pronto, estábamos expectantes”, agregó. Además, recalcó que la beatificación lleva “un proceso muy serio”. “Vinieron desde Roma a investigar, a entrevistarse con los médicos, analizaron la historia clínica, elaboraron un informe que llena un montón de carpetas”, precisó.

En la actualidad, Juan Manuel es un joven de 18 años. Es músico como sus padres y toca el violoncelo y la guitarra, además de estar terminando el secundario.

Practica karateca y ganó medallas en competencias en Mar del Plata.

A medida que iba creciendo, sus padres lo llevaba a misas y Marcha de la Esperanza, cuando Pironio era recordado. Lo hace con una pancarta o una remera con la imagen del nuevejuliense, Eduardo Pironio.

El matrimonio, Laura y Mariano Franco tienen otros dos hijos, que son mellizos. Creen que Pironio que fue el último de 22 hermanos tuvo algo tuvo que ver.