El caramelo es elegido como uno de los alimentos favoritos en el mundo. Tiempo atrás, fue utilizando como medicina, a la que solo podían acceder los ricos. Hoy, 4 de noviembre, se celebra el Día Mundial del Caramelo.
El origen de esta tradición se remonta a finales del siglo XIII, cuando el término francés ‘candy cucre’ que significa ‘caña de azúcar’ y, que a su vez deriva del vocablo persa ‘Qy y qandi’, llegó a Estados Unidos denominándose ‘candy’.
Los primeros caramelos eran muy rudimentarios y simplemente se componían de azúcar en estado líquido. Con el tiempo, han pasado de ser todos iguales a evolucionar creando una gran variedad de sabores, y formas.
Los límites en el mundo del caramelo solo los pondrá la mente de cada fabricante.
La historia recuerda que los primeros eran muy rudimentarios y simplemente se componían de azúcar en estado líquido. Tal y como los conocemos hoy en día comenzaron a elaborarse a mediados del siglo XIV en Venecia, pero hasta el siglo XVI eran un producto prohibitivo, solo asequible para la nobleza y la burguesía. A principios del siglo XIX, con el avance de la tecnología y el descubrimiento de la remolacha azucarera, los procesos de producción se abarataron y empezaron a fabricarse en masa.
En 1847, se inventó la prensa de caramelos, que permite producir múltiples formas y tamaños de caramelos a la vez y en 1850 los Estados Unidos iniciaron la producción industrial.