En ‘Despertate, por Cadena Nueve, Máxima 89.9 y Vision Plus TV, Valeria Maidana, presidenta del Consejo Escolar del partido de Nueve de Julio, abordó los principales desafíos que enfrenta la educación pública a nivel local. Haciendo un repaso por las obras que se están ejecutando y por los múltiples problemas edilicios, destacó que muchas de las soluciones se están dando “con recursos muy limitados y mucha gestión”.
“Gestionar con mucha plata es fácil. Lo difícil es resolver con lo poco que tenemos, y aún así, se está haciendo muchísimo”, enfatizó.
Obras en más de 100 instituciones y una gestión con prioridades
El distrito cuenta con 94 edificios escolares y 106 instituciones educativas, muchas de ellas compartiendo espacio físico. Maidana detalló que el trabajo del Consejo Escolar se centra en detectar prioridades, asignar recursos escasos de forma eficiente y articular con diferentes actores: cooperadoras, municipio, cooperativa eléctrica y Provincia.
“Nos sentamos con directivos, cooperadoras, inspectoras, arquitectas y decimos: ¿Qué tenés vos? ¿Qué tengo yo? ¿Qué falta? Y salimos a gestionar, a pedir. No hay tiempo para esperar debates eternos”, explicó.
La funcionaria explicó que muchas escuelas tienen problemas estructurales graves, especialmente filtraciones en los techos, instalaciones de gas obsoletas o peligrosas, y falencias en desagües.
“Antes de pintar una escuela —porque muchos nos dicen que está despintada— primero hay que arreglar los techos o las instalaciones ilegales de gas. Hay prioridades claras”, remarcó.
Caso emblemático: la Escuela de Comercio y el peligro oculto bajo tierra
Uno de los casos más delicados es el de la Escuela de Comercio, un edificio histórico de gran envergadura, donde se detectó un socavamiento progresivo en una de sus bases. Si bien la comunidad educativa temía por un posible derrumbe vinculado a una antigua laguna en el predio, los estudios determinaron otro origen: las cámaras de desagüe están más bajas que el nivel de la calle, por lo que el agua, en lugar de salir, vuelve e inunda.
“Durante 80 años, ese sistema no desagotó bien. Cuando llueve, el agua entra. Detectamos eso recién el año pasado, después de hacer un desagote. Escuchábamos ruido de agua en el ascensor y empezamos a investigar”, contó.
La obra, que se licitó recientemente, se dividirá en tres etapas: un estudio del suelo y readecuación del sistema de desagües en la primera, el cierre del socavón y consolidación estructural en la segunda, y la reparación completa del techo en la tercera.
“Que los padres se queden tranquilos. La escuela no se va a caer. Las bases están firmes, no hay riesgo estructural, pero sí es urgente resolver el problema”, aseguró Maidana.
Gas, filtraciones y el estado de los comedores escolares
Uno de los focos prioritarios de gestión ha sido la instalación y legalización del servicio de gas, en muchas escuelas con instalaciones antiguas o directamente sin conexión. También se han enfocado en resolver problemas de techos y humedad, comunes en la mayoría de las instituciones rurales y urbanas.
En paralelo, el Consejo Escolar también gestiona comedor, desayuno y merienda escolar (DMC), garantizando que todas las escuelas del distrito cuenten con este servicio. Los alimentos son de primera calidad, con leche, mermeladas, dulce de leche, queso cremoso y frutas, según detalló.
“No quedó ninguna escuela sin DMC. Y si sobra en un lado, lo redistribuimos en otro. No hay lugar para el despilfarro”, afirmó.
Educación, tecnología y un sistema que no conecta con los alumnos
En un pasaje reflexivo de la entrevista, Maidana —que es profesora de Historia, aunque actualmente con licencia— habló del desgaste docente, el cambio de época y la dificultad de conectar con alumnos cada vez más atravesados por la tecnología.
“El sistema educativo tiene más de 200 años. Es viejo. Los chicos ya no se relacionan con el libro como antes. Hay que hacer un borrón y cuenta nueva, pensar la escuela de otra manera”, señaló.
Criticó la falta de decisiones concretas y el exceso de debates en todos los niveles: “Nos pasamos la vida debatiendo. Yo ya no quiero debatir más, quiero resolver. Hay que sentarse y decir: ¿qué problema tenés? ¿qué se te ocurre para solucionarlo?”.
Compromiso con la función pública y los afectos
En un cierre más personal, la funcionaria recordó que este 17 de septiembre, Día del Profesor, también es el cumpleaños de su hijo. “Es un regalo de la vida. Los hijos nos enseñan a resolver, no a discutir”, dijo emocionada.
“Qué fácil sería si todos trabajáramos con la misma pasión con la que criamos a nuestros hijos. Con los hijos uno no debate, uno resuelve. Y eso es lo que falta en la política también.”
Es decir, expresó Valeria Maidadna resaltó que:
Se están gestionando obras en más de 100 instituciones educativas en 9 de Julio.
Las prioridades son gas, techos, desagües y seguridad estructural.
Se licitó la obra en la Escuela de Comercio, dividida en tres etapas.
Todas las escuelas ya cuentan con desayuno y merienda.
Valeria Maidana pidió dejar de debatir y pasar a la acción colectiva.
Reivindicó el rol docente y la necesidad de repensar el sistema educativo.
Por si les resultara, como aporte (no es necesario estar de acuerdo). A tal punto fracasó la Educación que se cree que la Inteligencia Artificial (IA) es una novedad; su tecnología es del siglo XIX, el desarrollo de internet (a nivel académico) de la década del 40. Solo cambió la manera de almacenar datos y los materiales que posibilitan mayor velocidad de procesamiento (al soportar el calor de manera distinta y superior cada vez). No sé si lo notan, pero es crucial la analogía que sostuvieron Valeria (desde el sistema educativo) y Gustavo (desde el sitema hídrico): similares problemas, sin metáfora. Si hacemos avanzar ese decir podemos hacer notar que entre un libro y una tablet, ocurre lo mismo. Aunque se publican unos once mil libros por día (cuatro millones por año), los libros tratan casi en su totalidad sobre cuestiones decimonónicas, aunque se adorne con palabras actuales (y, generalmente, con peor gramática que antes). En las tablets, está lo que se publica en esos libros. Es decir, la misma falla estructural y funcional referida antes. Entonces, el problema es creer que un libro mejora algo (eso dejó de ocurrir en la década del 40, por eso Borges sería la última bestia sagrada entre los escritores) cuando ni siquiera, desde hace década, produce intelectuales (porque se escriben burradas, no por otra cosa). Las tablets, solo reemplazan a los libros como los libros reemplazaron a los trovadores. Está muy bien que los chicos protejan sus operatividades algorítmicas, porque el pensamiento es de vuelo corto. Además, tengamos en cuenta que las clases altas de los países más desarrollados, no envían a sus hijos a las universidades para que no se transformen en zombies (aspiracional de las clases medias y bajas).
Muy bueno lo de plantear lo del debate y poner los problemas sobre la mesa. El problema es que si uno está en una nave espacial y se mueren los pilotos, por más que se debata o no se debata o se plantee el problema, es poco posible dimensionar el problema y describirlo con precisión técnica si uno no cuenta con recursos ¿se entiende? Por ejemplo: uno se encuentra con un ruso sin hablar ruso; recurre a otra persona y le dice “este habla raro”; debaten y se ponen de acuerdo o no se ponen de acuerdo pero notan que la cuestión para por el idioma ruso: no tiene solución hasta que uno se hace del idioma (mientras resuelve lo básico con la gestualidad). Ahí surge la cuesión crucial: la formación sin las matemáticas adecuadas, aborda los problemas de manera rudimentaria. Los pibes que crecieron en los últimos 20 ó 30 años, dominan el ejercicio algorítmico de las matemáticas, aún sin saber sumar. Los adultos, creemos que si leemos un libro, hallaremos la técnica adecuada del garrote para cazar dinosaurios para comer. Los pibes, nos miran anonadados preguntándose qué será un garrote (aún haciéndoselos padecer) y qué cosa sería un dinosaurio (que muy bien lo representamos los adultos).