El recordatorio se instituyó en 1889 para perpetuar en la memoria de la humanidad, el crimen cometido contra obreros que reclamaban salarios justos, ocho horas de trabajo, ocho de descanso y ocho de recreación.
El 1º de mayo reivindica la lucha de la clase social que para desarrollarse y progresar en familia y en comunidad, debe vender su fuerza de trabajo en condiciones de dignidad, seguridad y salubridad, a cambio de un salario que retribuya íntegramente el aporte que hace al proceso productivo.
El 1º de mayo recuerda que el trabajo socialmente acumulado es el único que transforma la naturaleza, produce bienes, y genera la riqueza -mal distribuida- de que dispone la humanidad. Debemos comprender que los derechos y conquistas de que hoy disponen las mujeres y hombres que trabajan, (jornada de 8 hs, aguinaldo, vacaciones pagas, salario familiar, jubilación, licencia, indemnización, etc.), son producto de paros, cárceles y muertes protagonizados por laboriosas generaciones pasadas.
El 1º de Mayo además de ser un símbolo para quien tiene empleo, también lo debe ser para jóvenes que aún no logran empleo, para quienes tenían uno y lo perdieron, para quienes sufren arbitrariedad, violencia y acoso laboral, para quienes soportan marginalidad social.
El 1º de mayo recuerda que la lucha de los trabajadores organizados en unidad, es la mejor garantía para transitar el camino hacia un buen vivir compartido, para recuperar condiciones laborales y mejorar la capacidad adquisitiva de salarios y jubilaciones, gravemente dañados por el saqueo y despojo que imponen las políticas nacionales y provinciales, cuyo Plan de Negocio es favorecer los intereses de las minorías que concentran los medios de producción, la riqueza y el poder.
Por ello, es obligación y responsabilidad histórica de los mismos trabajadores, restituir lo perdido y conquistar más y mejores derechos, para que el género humano se desarrolle con equilibrio y progrese con equidad.
Este día debe significar un punto de unión que hermane a obreras/os y trabajadoras/es identificados por un destino común, para recuperar el principio de solidaridad de clase y de fraternidad sindical, y así sostener y mejorar el aparato productivo para asegurar el empleo y devolver prosperidad y dignidad a los nuevejulienses que trabajan.
Agencia MTR