El gobierno de la Provincia reclamó formalmente a la Nación la reactivación de las obras de infraestructura sobre el Río Salado, paralizadas desde hace varios meses a raíz de recortes presupuestarios y falta de definiciones administrativas. Según explicaron desde el Ministerio de Infraestructura provincial, la interrupción afecta directamente a los municipios de la cuenca y agrava la vulnerabilidad ante eventuales crecidas.
Funcionarios provinciales señalaron que ya se enviaron varias notas y pedidos de actualización al Ministerio de Obras Públicas de la Nación, pero aún no obtuvieron respuestas concretas. “Es una obra estratégica para prevenir inundaciones, mejorar el escurrimiento y potenciar el desarrollo productivo. No puede quedar detenida”, expresó una fuente del Ejecutivo provincial.
La obra integra uno de los proyectos hídricos más importantes del centro de la Provincia, con trabajos de ensanche, dragado y mejora en distintos tramos del río. La paralización no solo afecta la seguridad hídrica, sino también el empleo en la zona, ya que numerosas empresas contratistas debieron suspender personal.
Los intendentes de los distritos involucrados también manifestaron preocupación y solicitaron al gobierno nacional que priorice la financiación. “Cada día que pasa, el deterioro avanza y el riesgo aumenta”, advirtió uno de los jefes comunales.
Desde la Provincia aseguraron que continuarán insistiendo para que Nación reactive las tareas y cumpla con los compromisos asumidos. Mientras tanto, analizan alternativas de intervención parcial para evitar mayores demoras, aunque remarcaron que el financiamiento nacional es imprescindible para completar la obra en su totalidad.



