Contar la historia de Carlos Emir Bravo, conocido por todos como Charly, es abrir una bolsita llena de piedritas de colores, una mezcla de recuerdos y momentos vibrantes que marcan su vida, pero también la mía, cuenta la convecina Graciela Gómez Sala, quien lo conoció cuando comenzó a trabajar en la Biblioteca de la Escuela de Comercio. ‘En aquellos días, Charly, con solo 8 años, se convirtió en un visitante constante. Cada recreo me sorprendía con nuevas ideas y sueños, y con una energía contagiosa que nunca pasaba desapercibida’, añade.
Era una máquina incansable de crear actividades y proyectos, y nunca supe decirle ¡No! Su carisma y entusiasmo eran irresistibles. Pero había un tema que lo fascinaba más que todo: el Circo. Charly soñaba con tener su propio circo, y cada vez que uno llegaba al pueblo, él no paraba de hablar de los días que pasaba allí, entre las carpas y los artistas, rodeado de luces y magia.
Con el tiempo, Charly siguió su camino. En su adolescencia, decidió embarcarse en una aventura que pocos se atreven a vivir: se fue con un circo que se instaló cerca de su casa. Recorría otras ciudades y provincias, inmerso en ese mundo que tanto amaba. El circo lo convirtió en su hogar, y él mismo se transformó en una pieza fundamental de ese universo de magia y emoción.
Años después, Charly se mudó a Mar del Plata para estudiar Psicología, y allí perdí un poco el rastro de su vida. Sabía que su vínculo con el circo seguía intacto, pero las noticias eran fugaces. Hasta que, hace poco, ¡Charly volvió! Y con una gran noticia: su sueño de tener un circo propio se hizo realidad. El circo se llama MAGICIAN, y anoche celebró su inauguración en Nueve de Julio, convirtiéndose en el primer circo de la ciudad, añade la convecina Graciela Gómez Sala.
A pesar del frío y los resfriados que nos acechaban, allí estábamos los que alguna vez compartimos su pasión, esperando ver a Charly en acción. Y cuando finalmente apareció en escena, la emoción fue indescriptible. Ese niño de 8 años que pasaba sus días en la biblioteca, hoy estaba saltando y corriendo por los aires, tal como siempre soñó. ¡Lo había logrado!, resalta Alondra.
Además, es de destacar a un convecino fundamental en este proceso: Carlos Mondelli, quien, con su apoyo incondicional, fue pieza clave para que MAGICIAN llegara a ser el primer circo de Nueve de Julio. Gracias a su colaboración, este sueño se materializó en nuestra ciudad, y todos son testigos de ello.
Esa noche, añade la convecina, vi cómo el hilo rojo que nos unió hace tantos años estaba más fuerte que nunca, enroscado en cada uno de los espectadores. Charly, gracias por tu entrega, por tu pasión, y por demostrarnos que los sueños, aunque tarden más de lo que imaginamos, siempre se cumplen, concluye Graciela Gómez Sala.
¡El circo ha llegado a Nueve de Julio! Y con él, la magia de un niño que nunca dejó de soñar.