El 7 de agosto se celebra el Día de San Cayetano, un santo católico conocido como el patrono del trabajo, el pan y la providencia. San Cayetano nació en 1480 en Vicenza, Italia, y fue ordenado sacerdote en 1516. Fundó la Orden de Clérigos Regulares Teatinos en 1524, dedicada a la renovación espiritual del clero y la predicación.
San Cayetano fue un defensor de la reforma católica y se enfocó en la atención a los pobres y marginados. Su vida estuvo marcada por la austeridad y la dedicación a la oración y la predicación. Se le atribuyen numerosos milagros y es considerado un modelo de virtud y santidad. En Argentina, el Día de San Cayetano es especialmente significativo, ya que se le considera el patrono del trabajo y la provisión. Miles de personas se congregan en la Basílica de San Cayetano en Liniers, Buenos Aires, para rendir homenaje al santo y pedir por trabajo, pan y familia. La celebración incluye misas, procesiones y la tradicional “misa de San Cayetano”, donde se bendicen las estampitas y medallas del santo.
Los fieles suelen pedir a San Cayetano por trabajo, estabilidad económica y provisión para sus familias. También se le pide por la protección de los trabajadores y la justicia social. La devoción a San Cayetano es muy fuerte en Argentina, y su fiesta es una oportunidad para que los creyentes expresen su fe y esperanza en la providencia divina.