“La vida es proceso. Y el jubileo es camino. No un viaje turístico, sino un viaje al interior del alma”, dijo el padre Daniel Camagna este jueves en su columna Modo Jubileo, durante el programa Despertate, que se emite por Cadena Nueve y Máxima 89.9.
Como cada semana, los jueves a las 9.30 de la mañana, el sacerdote fue invitado a compartir una reflexión. En esta oportunidad, propuso articular tres conceptos: conversión, psicología y jubileo, nacidos de un diálogo con un psicólogo conocido, que lo hizo repensar profundamente el sentido actual del jubileo.
“Él me decía que en las peregrinaciones antiguas, las personas llevaban sus culpas, sus dolores, sus tragedias. Caminaban para procesarlas. En el fondo, el jubileo era también una terapia. Un tiempo para reflexionar, atravesar la angustia y salir distintos. Me pareció una mirada acertadísima”, compartió Camagna.
Pero antes de sumergirse en esa reflexión, el padre contó por la Sociedad Rural en Palermo, donde acompañó a los Madrugadores del 9 – grupo de oración masculino que ora a las 7 hs los sábados en la Catedral nuevejuliense— en un rezo del Rosario. Allí se dispuso un espacio de oración a la entrada del predio, iniciativa que el padre destacó como “una forma concreta de evangelizar donde más se necesita”. Valoró el esfuerzo por llevar la fe al mundo rural, muchas veces olvidado, y se mostró conmovido por la participación de la comunidad: “Fue todo un acierto. Hubo lugar para rezar, compartir y sembrar fe en medio del movimiento de la Rural”.
Un jubileo que sana y transforma
Ya en el terreno de la reflexión, el sacerdote trazó paralelismos entre la práctica religiosa del jubileo y los procesos psicológicos de sanación. “Todos necesitamos rumiar la vida”, dijo, usando una expresión del recordado padre Mamerto Menapace. “Volver sobre lo vivido, digerirlo, procesarlo. Eso es lo que permite el jubileo: no tapar el dolor, sino enfrentarlo y dejar que Dios actúe. Y eso, también, es profundamente humano”.
Citando incluso un pasaje de una entrevista al Papa Francisco, recordó que el Santo Padre advirtió sobre el riesgo de reducir el jubileo a un simple “paseo espiritual”. Para Francisco, el jubileo debe ser un viaje interior, una confrontación honesta con las deudas que llevamos, las heridas no sanadas, las culpas que aún duelen.
“Por eso no basta con rezar un Ave María rápida —dijo el padre Camagna con firmeza—. Hace falta un proceso. Un proceso de verdad, de reconciliación, de transformación. Y ahí se encuentra el verdadero jubilo: cuando uno sabe que puede ser perdonado y también reparar el daño. Eso produce lágrimas, sí, pero también produce una sonrisa honda, la sonrisa del alma sanada”.
La fe que agrega sabor a la vida
En uno de los momentos más personales del segmento, el conductor del ciclo, Gustavo Tinetti, compartió la historia de su hija, quien, inspirada por la figura del Papa Francisco, escribió una canción en su memoria. Aunque no es una persona de misa frecuente, decidió postergar la presentación prevista a los 100 días de su deceso, para el 10 de agosto, al cumplirse 111 días del fallecimiento del pontífice, porque para ella el número 111 representa simbólicamente la Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo.
“Antes, quizás yo hubiera reaccionado con cierto prejuicio, pensando en cábalas o supersticiones. Pero hoy entiendo que cada persona expresa su fe como puede, como le nace. Y en ese gesto está Dios. Hay que aprender a escuchar más, a captar lo que hay detrás de esos símbolos”, reflexionó el sacerdote.
Esto lo llevó a citar una frase del teólogo italiano Bruno Forte, quien afirmaba: “No se come una torta igual con fe que sin fe. La fe le da otro gusto a la vida”. Y agregó: “Muchos jóvenes, aunque no lo parezca, están buscando ese gusto. A veces no usan nuestras palabras, pero tienen sed de trascendencia. Y el jubileo puede ser una oportunidad para abrirles un camino”.
Una vida con sentido
Sobre el cierre, el padre dejó un mensaje claro y movilizador: “La vida es proceso. Es camino. El jubileo, en un sentido amplio, es ese mismo proceso: para reencontrarse, para reconocer las heridas, para transformar la culpa en reconciliación. Y si se vive con fe, todo adquiere otro color, otro sabor, otro sentido”.
Con humor, recordó también una expresión escuchada recientemente: “Le ponemos años a la vida, pero ¿le ponemos vida a los años?”. Y añadió: “Crecer no es sólo cumplir años. Es avanzar en este camino del alma, del espíritu, del corazón”.
Una vez más, Modo Jubileo dejó mucho más que palabras: una invitación a vivir con profundidad, con sentido, y con la esperanza de que siempre hay oportunidad de recomenzar, sanar y volver a Dios.
Modo Jubileo se emite todos los jueves a las 9.30 hs en Despertate, por Cadena Nueve y Máxima 89.9.
Una pausa semanal para mirar hacia adentro y caminar hacia lo alto.