El carnaval originalmente era fiesta pagana de fertilidad agrícola y luego, desde la Edad Media, incorporada al Cristianismo.
De Europa llega al Río de la Plata de la mano de los españoles y comenzó a celebrarse en Buenos Aires a partir del 1600, donde de a poco se fue sumando el candombe bailado por los esclavos.
Los bailes de carnaval se comenzaron a realizar en locales cerrados a partir del año 1771. Al principio eran organizados en casas particulares y luego se trasladaron a los clubes barriales. En 1858 aparece la primera comparsa,
Los carnavales argentinos eran en su época los más festivos del mundo recordando que las mujeres arrojaban agua a los hombres y se usaban pomos de plomo para mojar con agua muchas veces perfumada, en 1869 se realiza el primer corso, con la participación de máscaras y comparsas. Al año siguiente, se incorporan carruajes o carrozas y luego ya a fines de siglo XIX surgen la murga generalmente integrando parte del corso.
Esta celebración se fue expandiendo convirtiéndose en la región los Carnavales de Lincoln y 25 de Mayo en centro de atracción.
En el caso de Lincoln con una gran historia, encontró en la década del ’60, en el intendente Marcelo Arabolaza el impulsor de una ‘gran industria sin humo’ fomentando premios y apoyo comunal para su desarrollo. Su visión ha llevado a Lincoln a trascender a nivel nacional por la fiesta y la manera de celebración con carruajes, caretones, máscaras, colorido, música y otras atracciones. Tomó como referencia una tradición del año 1928, cuando el profesor Enrique Alejandro Urcola incorporó métodos utilizados en el Taller de Escenografía del Teatro Colón -donde trabajó-, modelando las figuras con la superposición de trozos de papel engrudado, técnica que se conoce con la palabra de idioma italiano `cartapesta`. Ese año, Urcola confeccionó una carroza con movimiento llamada `Peliculeros`, dando origen a lo que es hoy el principal atractivo del carnaval: las figuras mecánicas. En los siguientes años, realizó una pareja de abuelos que giraban la cabeza y movían los ojos, mientras se hamacaban en un sube y baja. Posteriormente, creó el vehículo manomóvil con `Trifón y Sisebuta`.
A partir de allí, los artesanos -incentivados por los premios y la industria sin humo- fueron superando en cada una de las ediciones del carnaval su creatividad no solo por los personajes elegidos, sino también por el material y las técnicas de realización. De este modo, surgieron otros motivos, tales como las minicarrozas y las máscaras sueltas. Pero a las carrozas, que son el atractivo principal, se sumaron otros afluentes que vinieron a completar la gran fiesta: las escuelas de samba, las atracciones mecánicas, las batucadas, los cuerpos de baile, las bastoneras y la tradicional elección de la reina fue desplaza desde este año por la Primera Embajadora Cultural del Carnaval linqueño.
En tanto, en 25 de Mayo fomentada como “La Ciudad del Carnaval” se fue expandiendo esta celebración a punto de haberse construido el primer corsódromo a cielo abierto inaugurado en la región, único en la provincia de Buenos Aires, ubicado en el Boulevar Valmarosa, del Parque Laguna “Las Mulitas”. Se trata de un espacio recreativo de 30 has. Este lugar permite que el espectáculo de carnaval se disfrute desde cualquier rincón ya que proporciona una perfecta visión hacia la pasarela de 400 metros de largo por 8 metros de ancho, donde desfilan más de 500 personas, tiene una capacidad para 6000 espectadores cómodamente sentados en sectores VIP, sillas y mesas, servicio de gastronomía, sonido digital, seguridad, sanitarios y estacionamiento son sólo algunas de las comodidades ofrecidas donde se disfruta del brillo, color, belleza y alegría en el corsódromo de 25 de Mayo demuestran el entusiasmo y el trabajo incansable de su gente.
Al finalizar cada edición se elige la Reina Distrital del Carnaval, hoy más como embajadoras de la cultura y representará a ese distrito en todo evento de trascendencia.
También merecen especial atención las festividades en la provincias de Corrientes, Entre Ríos, San Luis, La Rioja, Jujuy, Salta y Córdoba por el despliegue y entusiasmo con sus particularidades culturales,
Esta celebración es la antesala a la cuaresma donde después de dar rienda suelta a la diversión comienza la preparación espiritual para la Semana Santa.
Agencia MTR