Pese a destinar un tercio de su presupuesto a la Salud, lo que le ha permitido con los años ofrecerle a sus habitantes un servicio sanitario de calidad, General Lamadrid enfrenta una crisis hospitalaria alarmante. Si sus jóvenes médicos siguen optando por ejercer en ciudades más grandes y no se produce ya mismo una renovación profesional, “en un par de años se va a complicar mucho tener médicos en el pueblo”, reconoce Martín Randazo, su actual intendente, ex director del hospital y él mismo un médico que eligió quedarse en Lamadrid.
El caso de esta pequeña ciudad del centro de la Provincia donde viven unas 8 mil personas no es ciertamente una excepción: muchas otras localidades del interior bonaerense enfrentan una amenaza similar. Es por eso que medio centenar de municipios se sumaron a una iniciativa del ministerio de Salud que apunta a incentivar a los médicos dispuestos a hacer sus residencias de formación lejos de los grandes centros urbanos, en pequeños hospitales de la pampa provincial.
El programa, que se llama “Quiero ser Residente” y se lanzó en Olavarría hace diez días, busca cubrir casi 300 residencias en clínica, pediatría, neonatología, obstetricia, cuidados intensivos y otras especialidades críticas en ciudades con poblaciones que rondan los 5 mil habitantes. Para ello cada municipio armó un paquete motivacional para tener a posibles interesados que incluye desde casa, comida y trasporte hasta becas adicionales y membrecías para su club.
“Cuando yo me recibí había cuatro médicos que se disputaban una residencia; hoy es al revés: por ahí tenés cuatro vacantes y un sólo profesional interesado. Creo que el problema es que ha habido un cambio generacional: los colegas jóvenes no están yendo hacia donde están las necesidades de la comunidad. Por eso me parece una buena idea incentivarlos para que vengan a trabajar a nuestros pueblos”, sostiene el intendente de Lamadrid.
Para mariano Salerno, jefe de residentes de Medicina General en el Hospital Gutierrez de La Plata, el hecho de que un 20% de las residencias ofrecidas por el Ministerio queden vacantes no es un problema que obedezca a un “cambio generacional” sino que es “fruto de la tremenda crisis que atraviesa el sistema de salud” en la Provincia.
“Las malas condiciones de trabajo y los bajos salarios que llevaron a que este año hayamos tenido ya veinte semanas de paro también hicieron que las residencias hospitalarias no sean la mejor alternativa de formación para los trabajadores de la salud. Muchos profesionales jóvenes hoy prefieren tomar guardias en una clínica privada o subirse una ambulancia, donde en tres días ganan lo mismo que en una semana de residencia, y con eso se pagan un posgrado en alguna universidad”, señala Salerno, quien también integra la Asociación Sindical de Profesionales de la Salud (CICOP).
Lo mismo explica desde el Colegio de Médicos de La Plata su presidente,Jorge Mazzone. “Hace veinticinco años cuando me recibí éramos trescientos médicos peleando por una residencia; hoy quedan decenas de cupos vacantes. Eso no es casual: te marca que los sueldos y las condiciones de trabajo han empeorado tanto que las residencias dejaron de ser la mejor alternativa para alguien que recién se recibe. Tampoco es casual que la gente opte por las grandes ciudades: los ingresos son tan bajos que para redondear un número hace falta tener varios empleos a la vez, algo que sólo te permiten las grandes ciudades, donde salís del hospital, cubrís una guardia privada, hacés consultorio y, si podés, también das clases”.
El programa busca cubrir casi 300 residencias en clínica, pediatría, neonatología, obstetricia, cuidados intensivos en ciudades que rondan los 5 mil habitantes
Es por eso que si bien considera que “la idea de los incentivos es buena”, Mazzone señala que “no deja de ser un parche que enmascara la precarización laboral”. “No basta con incentivar a los médicos con casa y comida para que vayan a ejercer al interior de la Provincia, hay que mejorar las condiciones del sistema de salud en general. Los residentes, que hoy reciben unos 15 mil pesos, no deberían cobrar menos de 30 mil; y el sueldo de un médico de planta no debería bajar de 35 mil. Lo que nos preocupa es que mientras que la ministra de Salud promete instrumentar el año que viene una mejora salarial histórica, la gobernadora envía un presupuesto de Salud incluso menor al de este año –dice el presidente del Colegio de Médicos-. No resulta claro cómo piensan hacer esa mejora salarial”
Más allá de considerar al programa “Quiero ser residente” una medida que “no alcanza”, tanto las asociaciones profesionales como los gremios pusieron de manifiesto durante la última semana su preocupación por la forma en que se lo va a instrumentar. Y es que temen que los estímulos para ejercer en el interior tergiversen el objetivo de las residencias, que es la formación de nuevos profesionales, para convertirse en un medio de conseguir mano de obra inmediata.
“Las residencias siempre han sido el mejor mecanismo de formación y lo que tenemos que hacer hoy es mejorarlas. No entendemos cómo puede lograrse eso mandando a los médicos jóvenes a formarse a localidades donde se supone que ya de por sí no cuentan con especialistas que puedan brindarles esa instrucción”, plantea Mazzone.
Frente a este planteo -que en la cartera sanitaria reconocen haber recibido en los últimos días desde diferentes sectores-, el director de Capacitación y Desarrollo de los Trabajadores, Marcelo García Dieguez, dijo que el propio Ministerio va garantizaría esa formación”. “La idea es que todas las residencias nuevas se cubran de a pares, porque entendemos que los residentes aprenden también de sus compañeros, pero además estamos abriendo un concurso para incorporar más instructores en las especialidades prioritarias –aseguró el funcionario- Si bien los municipios se ocupan de los incentivos, la formación es responsabilidad de la Provincia y no vamos a abrir ninguna residencia donde no se pueda brindar la debida instrucción”.
Agencia MTR