
La reunión del Consejo del Salario Mínimo, Vital y Móvil culminó este miércoles sin acuerdo entre las centrales sindicales y las cámaras empresarias. El principal punto de conflicto fue la propuesta de incremento presentada por el sector empresario: un aumento de apenas $4.800, que elevaría el salario mínimo de $322.000 a $326.800.
Los gremios rechazaron de plano la oferta, al considerarla insuficiente frente al deterioro de los ingresos registrado en el último año. En el encuentro, las centrales sindicales reclamaron llevar el haber mínimo a un rango que oscila entre $553.000 y $736.000, para recomponer parte de la pérdida de poder adquisitivo acumulada desde diciembre de 2023, cuando Javier Milei asumió la presidencia.
Según datos de la Secretaría de Trabajo, recopilados en un informe reciente del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), el salario mínimo actual registra una caída real del 31,5% desde la llegada de Milei al poder. Además, el estudio advierte que el nivel vigente —$322.000— se encuentra 6% por debajo del promedio de la década de 1990, que a precios actuales equivale a $342.483.
Frente a la falta de consenso, el Consejo volvió a cerrar sin resolución y, como ya ocurrió en las últimas convocatorias, será el Poder Ejecutivo el que determine por decreto el nuevo monto del salario mínimo vital y móvil. Hasta ahora, las decisiones oficiales se alinearon más cerca de las posiciones empresarias que de los planteos de los sindicatos.
Con un mercado laboral tensionado y un salario mínimo que pierde relevancia como referencia para planes sociales, jubilaciones y convenios colectivos, el monto que defina el Gobierno será clave para los ingresos de millones de trabajadores y trabajadoras.


