La modalidad de traslado en motocicleta a través de aplicaciones llegó a nuestro país en 2022 y rápidamente se está posicionando como una alternativa popular, especialmente en las grandes ciudades. Más económica que el auto y ágil para esquivar el tránsito, esta opción promete ahorrar tiempo y dinero. Sin embargo, la pregunta que queda en el aire es: ¿a qué costo?
Las motos son vehículos intrínsecamente inestables, sin carrocería protectora y de baja visibilidad para otros conductores. Estas características, sumadas a la exposición directa del cuerpo ante cualquier siniestro, las convierten en uno de los medios de transporte más peligrosos. Según estadísticas nacionales y datos de Luchemos por la Vida, en 2024 los motociclistas representaron el 47% de los fallecidos en siniestros viales en todo el país.
Un factor crítico para reducir riesgos es el uso del casco. No se trata solo de ponérselo: debe estar homologado, ser de la talla justa y colocarse correctamente. Esta medida, obligatoria por ley, reduce en un 73% la probabilidad de morir y en un 85% las lesiones graves en caso de accidente. Aun así, el no uso del casco sigue siendo la principal causa de muerte en este grupo, compuesto en su mayoría por jóvenes varones.
En el contexto del mototaxi, ¿qué rol juegan las aplicaciones? ¿Se aseguran de proveer cascos en buen estado y del tamaño adecuado para cada pasajero? ¿Verifican que sean utilizados correctamente antes de iniciar el viaje? Las respuestas a estas preguntas son claves para evaluar si esta práctica es segura o simplemente una solución rápida pero riesgosa.
Además, ser pasajero de una moto no es un rol pasivo. La persona debe mantenerse estable, agarrarse correctamente, evitar movimientos bruscos y acompañar los giros del conductor. Si educar al conductor es crucial, también lo es concientizar al acompañante para que su comportamiento no sume riesgos innecesarios.
La falta de controles adecuados, la escasa fiscalización y la carencia de sanciones efectivas a los infractores contribuyen a una realidad trágica: en 2024 murieron 2.800 motociclistas en el país. Muchos de ellos estarían vivos si hubieran usado correctamente un casco reglamentario.
Las aplicaciones han llegado para quedarse, pero la seguridad no puede quedar librada a la voluntad del pasajero o la improvisación del conductor. Entonces, frente a la próxima notificación en tu celular que te ofrezca viajar en moto por menos dinero y en menos tiempo, la pregunta vuelve a surgir:
¿Viajarías como pasajero en una moto ofrecida por una app?