
Thiago Correa tenía solo siete años cuando una bala disparada por un policía federal le quitó la vida en medio de un intento de asalto en La Matanza. Pero incluso en medio del dolor más profundo, su familia tomó una decisión que permitió que su historia no terminara en tragedia: donaron sus órganos y lograron salvar cuatro vidas.
El Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (INCUCAI) confirmó que el corazón, los riñones y el hígado del niño fueron trasplantados con éxito. “El corazón lo recibió un nene de 4 años; el riñón izquierdo, un nene de 5; el hígado se implantó en una nena de 13 años; y el riñón derecho, en una mujer de 46 años”, informó el organismo en un mensaje que fue recibido con emoción por la familia.
“Thiago salvó cuatro vidas. Todas estas personas recuperaron su calidad de vida gracias al enorme gesto de amor tuyo y de Fabián”, decía el texto enviado a Daira, la mamá del niño. Ella y su pareja, Fabián, tomaron la difícil decisión apenas recibieron la confirmación del diagnóstico de muerte cerebral.
“El viernes, cuando el INCUCAI nos comunica que tuvo muerte cerebral, con la madre tomamos la decisión muy difícil de donar sus órganos. Creímos que era la mejor elección”, contó Fabián. Y agregó: “Cuando recibimos la información de quiénes fueron los receptores, nos trajo un poco de tranquilidad dentro de tanto dolor. Nos dio fuerza y alegría, un poquito. Creo que Thiago va a estar en los corazones de todos. El día de mañana, cuando estemos en la plaza viendo chicos jugar, vamos a sentir que él está ahí entre nosotros”.
La causa judicial
El trágico episodio ocurrió el pasado 4 de junio. Thiago esperaba el colectivo junto a su padre cuando quedó en medio de un tiroteo. Un agente de la Policía Federal disparó 11 veces contra cuatro delincuentes que intentaban asaltarlo. Uno de los disparos impactó en la cabeza del niño.
El juez de Garantías N.º 3 de La Matanza, Rubén Ochipinti, dictó prisión preventiva para el agente Facundo Aguilar Fajardo, de 21 años, quien fue imputado por homicidio agravado por el uso de arma de fuego, lesiones graves reiteradas y lesiones gravísimas culposas, bajo la figura de exceso en la legítima defensa.
Por su parte, tres de los cuatro asaltantes también permanecen detenidos: Uriel Emanuel Leiva, Uriel Alexis Montenovo y Otto Zacarías Joaquín López, acusados por robo doblemente agravado por la participación de un menor y el uso de un arma de utilería. El cuarto delincuente, Brandon Corpus Antelo, de 18 años, murió durante el enfrentamiento.
Mientras la Justicia continúa investigando lo ocurrido, el legado de Thiago vive en los cuerpos de cuatro personas que hoy tienen una segunda oportunidad gracias al amor de su familia.