El ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, confirmó que el gobierno permitirá la importación de autos nuevos y usados sin restricciones. Esta medida forma parte de una flexibilización progresiva del comercio exterior de bienes de consumo, impulsada por el Ejecutivo con el objetivo de reducir costos para sectores productivos y consumidores.
La nueva normativa elimina la exigencia de la Licencia de Configuración de Modelo (LCM) para la homologación de vehículos, lo que facilitará la importación de autos nuevos y usados. Sin embargo, los vehículos deberán cumplir con las normas de seguridad y emisiones vigentes, y los propietarios deberán realizar la Verificación Técnica Vehicular (VTV) para asegurarse de que el vehículo esté en condiciones adecuadas para circular.
El Gobierno también analiza ampliar las condiciones para importar vehículos usados, más allá de los casos actuales de autos clásicos o por repatriación. Además, se habilitará la importación de vehículos especiales usados para sectores estratégicos como el minero y el energético.
En cuanto a los costos de importación, los importadores deberán pagar flete y seguro (alrededor de US$ 2.500), arancel de importación (35%), tasa estadística (3%), gastos de logística y traslado local (alrededor de US$ 1.000) e impuestos adicionales como IVA (21%), impuesto a las Ganancias o anticipo, impuesto a los Débitos y Créditos, tasas provinciales y municipales.
La resolución será publicada en el Boletín Oficial próximamente, lo que permitirá a los particulares importar vehículos sin restricciones. Esta medida podría tener un impacto significativo en el mercado automotor, al aumentar la oferta de vehículos y reducir los precios.