La expresidenta Cristina Fernández de Kirchner y el gobernador bonaerense Axel Kicillof mantuvieron una reunión privada durante la tarde de este miércoles en la que acordaron conformar una mesa política para negociar la unidad del peronismo de cara a las elecciones provinciales y nacionales previstas para septiembre y octubre de este año.
El encuentro se dio luego de un diálogo telefónico mantenido el martes pasado y marcó el fin de un prolongado distanciamiento político de más de cinco meses entre ambos referentes. La cumbre, que tuvo lugar en un escenario “neutral” y con un tono “respetuoso”, según trascendió, es vista como un primer gesto significativo hacia la recomposición del Frente de Todos, hoy fragmentado en al menos tres grandes corrientes internas.
Según confirmaron fuentes presentes, el resultado más importante del encuentro fue el compromiso para conformar una mesa de diálogo donde estarán representados el kirchnerismo, el Frente Renovador liderado por Sergio Massa, y el Movimiento Derecho al Futuro que encabeza Kicillof. La iniciativa busca canalizar las tensiones internas y definir una estrategia electoral común que le devuelva competitividad al peronismo frente al acuerdo casi cerrado entre La Libertad Avanza y el PRO, que esta vez irán juntos en la Provincia.
“Esto es un avance importante, pero no quiere decir que se haya conseguido la unidad, todavía queda mucho por discutir”, indicaron desde el entorno de ambos dirigentes, con cautela.
El gesto político se produce en un contexto complejo. El lunes, Cristina Kirchner sorprendió al anunciar unilateralmente su candidatura a diputada provincial por la tercera sección electoral, lo que generó tensiones con Kicillof, quien insiste en desdoblar las elecciones provinciales. La decisión también está atravesada por su situación judicial: aún espera que la Corte Suprema resuelva un recurso de queja en la causa “Vialidad”, que podría dejarla fuera de competencia antes del cierre de listas, previsto para el 19 de julio.
El próximo paso será designar a los representantes de cada sector para comenzar a delinear un posible acuerdo programático y electoral. La dirigencia del peronismo observa el proceso con atención: una unidad posible, pero aún lejana.