Gobernadores de diversas fuerzas políticas del país decidieron solicitar una reunión formal con el presidente Javier Milei y su gabinete para avanzar hacia un nuevo pacto fiscal. La decisión fue tomada tras un encuentro celebrado este martes en el Consejo Federal de Inversiones (CFI), en medio de una creciente preocupación por la caída de recursos coparticipables, el deterioro de la infraestructura provincial y la eliminación total de la obra pública por parte del Gobierno nacional.
Desde las 11 de la mañana, los mandatarios provinciales se reunieron en la sede provisional del CFI, ubicada en Azopardo 750, donde discutieron el crítico panorama fiscal que enfrentan sus distritos. La convocatoria logró reunir a gobernadores peronistas, radicales, del PRO y de partidos provinciales, en una muestra de unidad frente a un problema compartido.
“El motivo central de esta reunión fue evaluar la situación fiscal actual de nuestras provincias, considerando los profundos cambios que está implementando el Gobierno nacional“, expresó el rionegrino Alberto Weretilneck. Según explicó, las modificaciones impulsadas desde la Casa Rosada “han tenido un fuerte impacto tanto en la recaudación propia como en los marcos normativos que venían funcionando hasta ahora”.
Una reforma que contemple el equilibrio y la distribución
Fuentes cercanas al encuentro destacaron que “fue una muy buena reunión” en la que prevaleció la intención de dialogar con Nación para reformular el esquema fiscal vigente. La propuesta contempla respetar el equilibrio fiscal —una consigna clave del Gobierno de Milei— pero también establecer nuevas reglas en lo impositivo, lo fiscal y las obligaciones entre los distintos niveles del Estado.
“Nadie está en contra de sostener el equilibrio fiscal, que es algo que tiene que quedar grabado a fuego en nuestro país, pero sí sentarnos y trabajar en una reforma que es necesaria para la Argentina”, declaró Ignacio Torres, gobernador de Chubut.
El reclamo principal de los gobernadores se centra en la caída de la recaudación nacional y su impacto negativo en la coparticipación, que afecta directamente a las arcas provinciales y limita la capacidad de gestión en áreas clave como salud, educación e infraestructura.
Una mesa amplia y diversa
Participaron del encuentro los gobernadores Axel Kicillof (Buenos Aires), Sergio Ziliotto (La Pampa), Ricardo Quintela (La Rioja), Gerardo Zamora (Santiago del Estero), Gustavo Melella (Tierra del Fuego), Martín Llaryora (Córdoba), Gustavo Sáenz (Salta), Raúl Jalil (Catamarca) y Osvaldo Jaldo (Tucumán, de forma virtual). También asistieron los referentes del PRO como Jorge Macri (CABA), Ignacio Torres (Chubut) y Rogelio Frigerio (Entre Ríos), así como los radicales Leandro Zdero (Chaco), Carlos Sadir (Jujuy), Maximiliano Pullaro (Santa Fe) y Alfredo Cornejo (Mendoza, virtual). Completaron la nómina los líderes provinciales Rolando Figueroa (Neuquén), Hugo Passalacqua (Misiones, a la distancia) y el propio Weretilneck. Los únicos ausentes fueron Claudio Vidal (Santa Cruz) y Gustavo Valdés (Corrientes).
Paso por la Casa Rosada
Aunque aclararon que no fue una cumbre “anti-Milei”, algunos mandatarios planearon mostrar una foto de unidad y avanzar en gestos de diálogo institucional. Tras el encuentro, ocho gobernadores se dirigieron a la Casa Rosada para firmar su adhesión al Régimen Simplificado de Ganancias y respaldar el proyecto del Gobierno para reformar la Ley Penal Tributaria, parte de un paquete que busca incentivar la exteriorización de capitales no declarados.
Entre los firmantes estuvieron Weretilneck, Figueroa, Orrego, Sáenz, Zdero, Poggi y el ministro de Hacienda misionero Adolfo Safrán, sumándose a las adhesiones previas de Entre Ríos, Chubut, Tucumán y Catamarca.
En un contexto de ajustes, tensiones y necesidad de consensos, los gobernadores comienzan a marcar la cancha: no rechazan el equilibrio fiscal, pero exigen una discusión urgente sobre cómo se distribuye el esfuerzo.