Los recursos de origen nacional (RON) registraron en mayo una de las peores caídas del año, con una baja del 23,3% interanual en términos reales, de acuerdo con un informe difundido por el Centro de Economía Política Argentina (CEPA). La fuerte contracción responde, según el estudio, a una base de comparación excepcionalmente elevada en mayo de 2024, cuando los pagos del saldo del impuesto a las ganancias fueron extraordinarios debido al impacto de la devaluación de diciembre de 2023.
El desplome afectó de forma pareja a todas las jurisdicciones del país. Según el CEPA, Río Negro encabezó la lista con una caída del 26,5% en sus RON, mientras que Salta fue la menos afectada, aunque también registró una baja significativa del 19,9%. El promedio nacional se ubicó en -23,3%.
La situación también repercutió en la Coparticipación Federal de Impuestos, que mostró una merma interanual del 26,2% en términos reales. Todas las provincias experimentaron retrocesos en un rango que fue del -25,3% al -28,5%.
El informe advierte que el Impuesto a las Ganancias tuvo una caída estrepitosa del 39,8% en términos reales, mientras que el IVA, que había mostrado cierta recuperación en el primer trimestre del año, volvió a terreno negativo con una baja del 1,0%. Esto marca un freno en la recuperación fiscal que se había observado entre febrero y marzo, cuando la mejora de la actividad económica impulsó subas interanuales en la recaudación.
El CEPA señala que este mal desempeño rompe con la tendencia favorable registrada entre diciembre y abril, cuando la comparación interanual se realizaba contra meses de fuerte caída de la recaudación en 2024. En mayo, por el contrario, se compara con uno de los meses de mayor ingreso tributario del año pasado. No obstante, se prevé que esta “ventaja estadística” vuelva a operar a favor en junio.
La pérdida de recursos afecta con mayor intensidad a las provincias, ya que los tributos que sostuvieron parcialmente la recaudación nacional en 2024 —como las retenciones y el Impuesto PAIS— no son coparticipables. Con la restitución del impuesto a la cuarta categoría de Ganancias y la progresiva baja del PAIS, comienza a verse un reequilibrio: los tributos coparticipables ganan peso relativo, lo que podría mejorar el flujo hacia las provincias en el mediano plazo.
Sin embargo, mayo deja un claro mensaje de advertencia: más allá de las mejoras técnicas en la estructura tributaria, la fragilidad económica y la volatilidad en las bases de comparación siguen condicionando la evolución de los ingresos públicos.