La Junta Electoral bonaerense habilitó oficialmente a La Libertad Avanza (LLA) como partido político provincial, dándole luz verde para competir en las elecciones del 7 de septiembre en todo el territorio.
La resolución, publicada en el Boletín Oficial, reconoce a LLA como “persona jurídico política y de derecho privado” y le otorga la facultad de postular candidatos a cargos electivos en la provincia. El proceso para obtener la personería jurídica había comenzado en septiembre de 2024 y ya quedó formalmente concluido.
La reacción libertaria no se hizo esperar. Desde el entorno de Javier Milei interpretaron el resultado en Capital como un golpe decisivo para dejar a Mauricio Macri “fuera de juego” y debilitado al PRO. En paralelo, el oficialismo libertario avanzó en conversaciones con dirigentes clave del partido amarillo, entre ellos Cristian Ritondo, Diego Santilli y José Luis Espert, para conformar un frente común —aunque bajo condiciones impuestas por la fuerza gobernante.
“El PRO quedó obsoleto”, afirmó Milei este lunes, al tiempo que aseguró que las negociaciones para una lista conjunta están “muy avanzadas”, sin intervención de Macri. “Quizá deba entender que su momento pasó”, remató el presidente, dejando en claro que la nueva arquitectura política se construirá sin él.
Karina Milei, Sebastián Pareja, Eduardo “Lule” Menem y otros armadores de LLA fueron protagonistas de reuniones con referentes del PRO. Las fotos que circularon no fueron casuales: buscaron mostrar poder, ampliar alianzas y dejar en evidencia el aislamiento del ex presidente.
El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, también se alineó con esta estrategia: “Tenemos las puertas abiertas para los que piensan parecido”, dijo, al tiempo que enfatizó que la reciente derrota porteña debería hacerles entender a los del PRO “que ir separados no tiene sentido”.
En el centro del tablero está la elección bonaerense del 7 de septiembre, donde se renovarán legisladores provinciales, concejales y consejeros escolares. Pero el verdadero objetivo es nacional: el 6 de octubre se votará la renovación de 130 bancas en Diputados y 24 en el Senado. Para entonces, La Libertad Avanza espera haber absorbido buena parte del electorado (y la estructura) del PRO.
Mientras tanto, el “partido amarillo” transita días de máxima tensión interna. La derrota en la Ciudad dejó a los halcones sin vuelo y a las palomas sin rumbo. Con el reloj electoral corriendo, y los libertarios marcando el paso, todo indica que en Buenos Aires el PRO deberá aceptar el nuevo orden político o resignarse a la irrelevancia.