En una entrevista radial y streaming, el intendente de Carlos Casares, Daniel Stadnik, brindó detalles sobre el impacto del exceso hídrico en el distrito y las acciones llevadas a cabo por el municipio para mitigar sus consecuencias. “Casares tiene una media anual de 810 mm de lluvias, pero entre febrero y mayo ya cayeron entre 750 y 950 mm”, indicó, señalando que este fenómeno ha puesto a prueba la infraestructura rural, sobre todo en un territorio llano donde los caminos están por debajo del nivel de los campos.
“Es imposible garantizar los 1.500 km de caminos rurales en perfectas condiciones con este nivel de lluvia, pero lo importante es que ninguna localidad del sur del partido quedó aislada: ni Cadret, ni Ordoqui, ni Hortensia ni Bellocq”, afirmó. También destacó que la producción lechera del sur fue completamente sostenida: “En estos tres meses garantizamos el ingreso de insumos y la salida de producción de todos los tambos, todos los días”.
Respecto de la educación rural, Stadnik confirmó que “aunque hubo tres escuelas que estuvieron cortadas —El Villar, La Sofía y Santo Tomás—, en menos de diez días restablecimos la conectividad con alteos y mejoras de caminos”. Actualmente, el municipio se encuentra trabajando en los caminos secundarios y terciarios, los más afectados. “Estamos sin tierra para altear porque las canteras ya están agotadas, pero hacemos todo lo posible para conseguir material, incluso con transporte desde otras zonas”.
El jefe comunal también se refirió a la movilización de productores programada para el lunes próximo frente al municipio: “Tienen todo el derecho a manifestarse, pero esto tiene una clara carga política. Yo tengo las puertas abiertas, atiendo a todos los productores, incluso estoy coordinando obras con ellos en el campo. Esta es una gestión presente, y lo que se hace hoy en Casares para sostener la producción y la conectividad es mucho”.
Stadnik recordó que desde su gestión se realizaron 285 km de alteo de caminos, 122 km de desagües y 40 km de empedrados rurales: “Esto no es mantenimiento, es infraestructura estructural. Por eso hoy estamos mucho mejor que en otras inundaciones del pasado”.
En cuanto a las causas estructurales del problema, fue contundente: “El principal reclamo debe ser al gobierno nacional. De cada 100 pesos que se le retienen al productor, solo 1 va al municipio. La Nación se lleva más del 90% y no vuelve en obras. Por eso pido que los productores y los intendentes nos juntemos, sin ideologías, para reclamar lo que nos corresponde”.
También destacó la importancia de reactivar las obras de la Cuenca del Salado y valoró que ya haya avances técnicos en el caso del nodo Bragado, clave para el escurrimiento de aguas desde Carlos Casares y Nueve de Julio. “El canal del sur de Casares, el canal Piñeyro y otros proyectos están en etapa de anteproyecto, pero necesitamos financiamiento nacional”.
Finalmente, Stadnik resumió: “Los productores hacen inversiones de primer mundo en maquinaria, pero tenemos caminos de cuarto mundo. Si no nos unimos —intendentes, productores, provincia y Nación— para pensar soluciones estructurales, esto se va a repetir cada vez que llueva fuerte”.