En un discurso ante la Cámara de Diputados, el presidente Javier Milei presentó su proyecto de Presupuesto para el 2025, destacando su enfoque en el déficit fiscal y el cumplimiento de los pagos de deuda. El presupuesto proyecta un crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI) del 5%, una inflación del 18,3% y un tipo de cambio de $1.207 en diciembre de 2025. Además, se plantea un resultado primario superavitario del 1,3% del P
El mandatario inició su intervención con su característico “Hola a todos”, y aseguró que su primer presupuesto “cambiará para siempre la historia del país”. Milei describió el proyecto como un “cepo al Estado” que “blinda el equilibrio fiscal”, insistiendo en que “la inflación es siempre un fenómeno monetario”. Apoyado por la vicepresidenta Victoria Villarruel y el presidente de la Cámara, Martín Menem, el Presidente hizo referencia al economista Milton Friedman y criticó las políticas de la expresidenta
Durante los 43 minutos de su exposición, Milei hizo un repaso histórico de los déficits fiscales desde el Rodrigazo, señalando que recibió “la peor herencia de la historia” y defendió el ajuste de 90 mil millones de dólares implementado por su gobierno. Reiteró su compromiso de vetar cualquier medida que atente contra el equilibrio fiscal, y explicó que su gobierno adopta una metodología distinta para la elaboración del presupuesto: “Cuánto tenemos que ahorrar para después ver cuánto podemos gastar”.
El Presidente también destacó su gestión, afirmando que reducir el Estado es engrandecer a la sociedad. Atribuyó logros como la eliminación de “31.000 ñoquis”, la boleta única de papel, la reducción del 75% de los homicidios en Rosario y la atracción de inversiones privadas por 50 mil millones de dólares. Además, criticó la justicia social y las políticas redistributivas, y reafirmó que el Estado debe limitarse a garantizar la estabilidad macroeconómica, la ley y la seguridad.
En su discurso, Milei instó a las provincias a realizar un ajuste de 60 mil millones de dólares y advirtió que no deben aumentar los impuestos cuando la Nación los reduzca. También enfatizó que “el único camino hacia el progreso es eliminar el déficit fiscal” y llamó a los legisladores a elegir entre apoyar su propuesta o “sostener un sistema putrefacto”. Finalizó su intervención con una frase de Cicerón y su tradicional grito: “¡Viva la libertad, carajo!”.
Este presupuesto representa un cambio drástico en la política económica de Argentina, con un enfoque en la austeridad, la reducción del tamaño del Estado y el cumplimiento de las obligaciones financieras.