lunes, junio 17, 2024
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Procrastinación: la sutileza de un sacerdote al decirle a los políticos, ‘ocupense de lo importante y definan objetivos alcanzables’

El arzobispo Jorge García Cuerva utilizó la expresión más de una vez y encierra un mensaje más profundo de lo relevante de un vocablo poco usado y conocido

La procrastinación, una conducta que implica postergar tareas importantes en favor de actividades más placenteras pero menos relevantes, es un fenómeno que, aunque común en la vida diaria, adquiere una dimensión preocupante cuando se manifiesta en el ámbito político. La etimología del término, derivada del latín “pro” (adelante) y “crastinus” (referente al futuro), refleja la tendencia a diferir acciones que requieren atención inmediata.

Pronunciada en el Te Deum de la Catedral de Buenos Aires ante el presidente de la Nación como máximo exponente político por el Arzobispo Jorge García Cuerva adquiere una relevancia única, que que con sutileza les dijo: ‘a las cosas’.

Procrastinación en la política: un ejemplo regional

En la política, la procrastinación no solo representa un mal manejo del tiempo y los recursos, sino que también perpetúa la ineficiencia y la insatisfacción pública. Un caso emblemático en nuestra región es el proyecto de la Ruta 5 con cuatro carriles, planificado a principios de los años 90 con una fecha de finalización para fines de 1995 en el tramo Luján-Mercedes, pero que se completó dos décadas después. Esta tendencia de postergar proyectos esenciales es un patrón recurrente que, a lo largo de 40 años de democracia, ha dejado y deja a los ciudadanos en un estado de constante espera y frustración.

Las tareas cotidianas que más procrastinan los políticos

  1. Promesas de campaña: Frecuentemente, las promesas hechas durante las campañas electorales quedan sin cumplir. Los políticos, al ganar el cargo, a menudo posponen o ignoran estos compromisos, lo que genera desconfianza entre los votantes.
  2. Mejora de la formación y gestión: La formación continua y la mejora de los organismos gubernamentales son tareas que rara vez se priorizan. Esta falta de acción conduce a una administración pública ineficaz y desactualizada.
  3. Resolución de conflictos: Los conflictos dentro de la administración pública suelen ser atendidos solo ante quejas o exposición mediática, en lugar de ser abordados proactivamente. La inflación, por ejemplo, se menciona repetidamente como una excusa, aunque la responsabilidad recae en gran medida en la clase dirigente.

Consecuencias de la procrastinación política

La procrastinación en la política tiene efectos devastadores. La acumulación de tareas pendientes genera un ambiente de caos y frustración, no solo entre los funcionarios, sino también entre los ciudadanos. Esta inacción perpetúa un ciclo de insatisfacción, inseguridad y estancamiento, socavando la confianza y el respeto hacia los líderes políticos.

En los últimos ocho meses, esta situación ha alcanzado un punto crítico, con la población manifestando de manera firme su descontento y demandando acciones concretas. El mensaje es claro: “a las cosas y basta de boludos”, un llamado urgente a la responsabilidad y a la acción.

Superando la procrastinación

Superar la procrastinación en el ámbito político requiere identificar sus causas y adoptar medidas concretas:

  1. Establecer metas realistas: Definir objetivos alcanzables y claros.
  2. Crear un plan concreto de tareas: Asegurar que haya tiempo suficiente para completar las tareas y generar confianza en la ciudadanía mediante el cumplimiento de los objetivos.
  3. Eliminar distracciones: Evitar el uso excesivo de redes sociales y otras distracciones durante el trabajo en tareas importantes.
  4. Recompensas por cumplimiento: Celebrar la finalización de tareas importantes puede servir de motivación.
  5. Buscar ayuda profesional: Involucrar a técnicos y profesionales idóneos en la resolución de problemas concretos.

Impacto en la salud mental y emocional

La procrastinación no solo afecta la eficiencia administrativa, sino que también tiene un impacto negativo en la salud mental y emocional de los políticos y ciudadanos. Aumenta el estrés y la ansiedad, disminuye la autoestima y la motivación, y genera sentimientos de culpa y frustración. Es crucial trabajar en la autoestima y la confianza para enfrentar la procrastinación, aceptando limitaciones y desarrollando las habilidades necesarias.

Un Llamado a la Acción

En el Te Deum del 25 de Mayo, el Arzobispo de Argentina hizo un llamado contundente a los políticos: “basta de excusas y tareas pendientes”. Este mensaje subraya la necesidad de actuar con madurez y responsabilidad, dejando de lado las excusas y la inacción. La sutileza de su mensaje es clara: es hora de que los políticos dejen de comportarse como niños, asuman con seriedad las responsabilidades que tienen ante el pueblo… y alguno tendrá que ira al psicólogo.

La procrastinación, especialmente en la política, no es solo una cuestión de mala gestión del tiempo, sino una falla en el compromiso con el bienestar de la nación. Es hora de que nuestros líderes actúen con la urgencia y la responsabilidad que la situación exige.

Escribe para Cadena Nueve, Gustavo Tinetti

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