Hace tres años que Renzo Pancera (31años) está en prisión acusado de haber dado muerte a Micaela Zalazar (28 años), con quien convivía y estaba embarazada de cinco meses esperando una bebé de esa relación.
A comienzos de este octubre – días 3 y 4 -se ventiló en la Sala de Audiencias del Tribunal Criminal 2 de Mercedes la instancia oral y público de un proceso penal que comenzó el 13 de septiembre del año 2020 cuando ese domingo, en la casa donde vivían de Joaquín V. González al 230 de Nueve de Julio, Renzo Pancera, en presencia de una hija suya de una relación anterior, Alma de 5 años, golpea cruelmente a Micaela Zalazar, madre de un varón y una niña que no estaban en la casa, hasta dejarla inmóvil en el piso del living, con pérdida de sangre, por haberle roto el bazo a trompadas, dificultades de respiración y bañada en su propio orín y sucia del relajamiento del esfínter intestinal, por los golpes.
En ese cuadro, Micaela logra llamar en auxilio a sus padres, desde un celular que había podido comprar el jueves 10 de septiembre y llevado el numero nuevo a su madre, ya que los anteriores eran rotos como papel que se desecha a la basura, en los ataques de furia de su pareja de dos años de convivencia.
La llamada a las 13:23 de ese domingo 13, es recibida por Claudia Pérez, mamá de la víctima, que junto a su esposo Juan Carlos Zalazar salen raudamente para Joaquín V. González al 230. Intuían algo serio.
El ingreso a la vivienda les muestra un escenario cinematográfico morboso pero que era de una realidad no querida. Regía en pandemia por el Covid-19 el ASPO – Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio.
Micaela yacía en el piso, semidesnuda y rodeada de las evacuaciones de su propio cuerpo, a su lado intentando darle un poco de agua de un vaso de cocina, Renzo Pancera, autor de ese contexto que se completaba con cortinas rotas, un vidrio destrozado de una ventana y una niña asustada y en silencio, encerrada en una habitación de la vivienda.
Sin mediar palabra, el imputado se retira de la victima que había lastimado y se pone – como en penitencia- en una parad de espaldas de espaldas a la imagen de su creación, mientras papá y mamá auxiliaban a su hija.
En tanto, ya habían convocado a CLySA, Micaela toma a su madre de la mano, le refiere no poder respirar y clama que no la abandone. La escena de ese amor incondicional – madre e hija – se interrumpe cuando el auxilio de médico y ambulanciero deben subirla a la camilla para llevarla de urgencia al Hospital.
Juan Carlos y Claudia siguen la ambulancia. Sabían desde ese silencio que su hija había sido ferozmente golpeada. No era la primera vez. Lo que no sabían, que iba a ser la última, ya que quien practicaba pugilismo y había elegido de bolsa de castigo a su compañera a quien decía amar, la había lesionado de tal magnitud que ‘era imposible que viviera’, dijo en la sala al Tribunal integrado por el presidente, Dr. Juan Miguel Tillet y los vocales, Dres. Pablo Vieyra y Juan Manuel Renaud Más, el cirujano Dr. Mariano Diflorio que debió operarla de urgencia intentando salvarle la vida y quien retiró en esa intervención, a la beba en gestación, muerta.
El médico que estaba de guardia en el Hospital Interzonal Julio de Vedia, fue conteste con el relato del forense, Dr. José Luis Meme, al describir la autopsia en Chivilcoy, señalando que el bazo estaba destrozado de un golpe fuerte, categórico, que le provocó que entre 3 y 4 litros de sangre inundase su cuerpo. Más específico su cavidad torácica, explicó el Dr. Diflorio.
Y fue el mismo profesional que alertó a la policía que se estaba en un cuadro de violencia y de género y de la peor. La lesión había sido provocada, no había dudas desde la ciencia.
El desenlace final fue comunicado por el policía Sebastián Beltrán, quien al llegar a la escena del crimen en Joaquín V. González 233, se encontró al imputado tomando mate con su madre y la pequeña hija que había visto y escuchado lo vivido horas antes.
Al ponerle les esposas y comunicarle que Micaela Zalazar había fallecido, Renzo Pancera, sonrió cínicamente, relató el agente uniformado. Fue con la misma insolencia con la cual miró al Tribunal, de pie y al expresar sus palabras finales tras el cierre del debate del 4 de octubre pasado, cuando dijo ‘pido perdón’ sin que se le inmutara un musculo o gesto de arrepentimiento. Esas dos palabras no serán olvidadas por los jueces. Del rostro tampoco.
Este mediodía se aguarda el veredicto y sentencia por parte del Tribunal Criminal 2 de Mercedes de la causa N°: 8229 caratulada ‘Pancera (Aviles), Renzo s/ Homicidio Doblemente Agravado por cometerse en perjuicio de la persona con la que mantiene una relación de pareja y por ser el autor un hombre mediando violencia de género en concurso real con aborto’.
La pena puede ser Prisión Perpetua o 25 años de cárcel. Entre esos pedidos del Fiscal, Dr. Adrian Landi y Defensor Particular, Diego Alustiza, se escuchará la sentencia final.
Juan Carlos Zalazar, su esposa, Claudia Pérez y su otra hija Soledad Zalazar, y demás familiares, desean la pena máxima para que Micaela descanse en paz porque entienden que, será justicia.
A través de https://www.facebook.com/grupocadenanueve podrás ver y seguir el final del juicio.