Llega la primera ola de calor del verano y los termómetros suben con fuerza.
El Servicio Meteorológico Nacional ya ha alertado de este “fenómeno” cuyas marcas térmicas superarán los 40 grados.
Es que en estos días de intenso calor es aconsejable permanecer en lugares frescos, a la sombra y si es posible pase al menos dos horas en algún lugar climatizado.
Las altas temperaturas pueden suponer importantes riesgos para la salud, ya que en una ola de calor, la regulación de la temperatura supone un estrés para cada organismo.
Es que el sistema de regulación de la temperatura corporal se descompensa y al organismo se le agota la energía para hacer la termorregulación.
Estos extremos ponen especialmente en peligro a los más vulnerables, como las personas mayores, los niños menores de cuatro años, las mujeres embarazadas y las personas que trabajan al aire libre, según el Ministerio de Salud Nacional, quien advierte que todos los años se producen muertes por golpes de calor.
Ante ello es recomendable:
Evitar salir en las horas centrales del día
Salir a la calle en plena ola de calor puede suponer un riesgo para la salud, especialmente en las horas centrales del día. Y ese cuidado, alcanza a toda la población fundamentalmente en personas vulnerables.
Es recomendable quedarse en casa o en un lugar climatizado y fresco. Ante la necesidad de cumplir con tareas como hacer la compra, es mejor optar por las primeras horas del día.
No esperar a tener sed para beber
El principal problema de la ola de calor es la deshidratación que provoca en el cuerpo. Cuando se tienen sed es porque ya se llegó a la deshidratación, por ello hay que beber agua ya que el aire que se respira está seco, y el líquido lo compensa.
Los efectos son más nocivos para personas vulnerables: tanto los niños como las personas mayores que tienen menos reservas hídricas en el cuerpo.
Para evitar riesgos, la mejor solución es beber antes de tener sed y con un ritmo continuado. Es mejor beber poco a poco y para ello se recomienda tener siempre una botella de agua a mano. Además, refrescar el cuerpo puede ayudar a que el organismo regule más rápidamente su temperatura.
A su vez, siempre, ante ciertos síntomas, consultar – sin dudar – al médico.
Abstenerse de comidas copiosas
La digestión es un esfuerzo físico que ejerce el cuerpo, aunque esté en reposo. Si se hace una comida muy pesada, el cuerpo pierde mucha energía para procesarla.
Es por ello que el Ministerio de Saludad recomienda consumir alimentos ligeros que ayuden a recuperar las sales perdidas por la transpiración, como ensaladas, frutas, verduras o jugos frescos.
La clave está en tener una alimentación variada y prestar especial atención a los alimentos frescos como la fruta, con alto contenido en vitaminas, hidratos y agua.
Disminuir el consumo de bebidas con cafeína, azúcar y alcohol
El café y las bebidas alcohólicas pueden ser un enemigo ante las altas temperaturas u ola de calor.
La cafeína es un estimulante y acelera el metabolismo y frente al azúcar, el cuerpo tiene que desechar el exceso. Estos tipos de bebidas generan un desgaste energético y pueden suponer un problema cuando el cuerpo tiene que luchar también frente al calor.
Algo similar ocurre con el alcohol, con un gran componente calórico que genera una dilatación de los vasos sanguíneos. Ello descompensa el organismo y deshidrata, por eso después de beber cerveza aflora la sed y es necesario ingerir agua.
El Ministerio de Salud Pública Nacional, recomienda disminuir el consumo de bebidas con cafeína, azucaradas y alcohólicas durante la ola de calor.
Evitar el deporte en exteriores hasta la noche
El deporte es un gran aliado para la salud física, pero puede suponer un riesgo ante las altas temperaturas. Es por ello que es recomendable hacer deporte por la noche o a primera hora del día.
Por lo general los ambientes se ha enfriado mucho más de madrugada, la temperatura será previsiblemente inferior, mientras que por la tarde es el momento en el que se acaba de ir el sol y el suelo puede guardar aún el calor.
destaca la importancia de hidratarse antes, durante y después de hacer ejercicio.
Cerrar las viviendas de día y ventilar de noche
Mantener la casa fresca es ahora todo un reto. Blanco recomienda cerrar ventanas y bajar persianas siempre que sea posible durante el día y ventilar durante la noche.
Ropa liviana
El Ministerio de Saludad aconseja utilizar ropa ligera, holgada y que deje transpirar. Esto último es muy importante ya que el tejido humano es quien proteger del sol, y se debe permitir que la transpiración se evapore.
Además, los colores claros reflejan más los rayos del sol y mantienen el cuerpo más fresco al evitar que el calor se concentre en la ropa.
Caminar siempre a la sombra y usar sombrero
En caso de salir a la calle, lo ideal sería evitar las zonas en las que el sol incida directamente. “Hay que buscar sitios con árboles para pasear, sombra y priorizar que los esfuerzos sean menores”, apunta Blanco. El Colegio General de Enfermería recomienda que los mayores eviten salir a la calle para evitar que les dé el sol. Un sombrero o una gorra puede ser también una opción frente al calor.
Duchas con agua tibia
En el momento de la ducha es preferible optar por agua tibia. “Si llegas de estar a una temperatura de 40 grados y te metes en agua muy fría, la diferencia térmica puede causar un impacto en el cuerpo. La piel se constriñe, la circulación central puede dar un pico de hipertensión e incluso puede generar accidentes cardiovasculares”, apunta Blanco. El resultado sería una hidrocución, lo que se conoce popularmente como corte de digestión. El experto recomienda bajar progresivamente la temperatura del agua para reducir el impacto de temperatura.
Evitar el aire acondicionado a muy baja temperatura
Encender el aire acondicionado puede generar un alivio instantáneo frente al calor extremo, pero esta opción puede conllevar riesgos.
Reseca el aire y si no se incrementa el beber agua se puede caer en deshidratación.
La temperatura recomendable es 24 grados.
Además, el contraste de temperaturas supone peligros para todo organismo.
Toda la piel se dilata para termorregular, la sangre se dirige a la piel y baja la tensión. Se pueden producir síncopes de calor y mareos.
Cruz Roja recomienda no utilizar el ventilador si dentro de la vivienda se superan los 35º, porque este aparato solo mueve el aire, no lo enfría.
No dejar a personas ni mascotas en vehículos estacionados y cerrados
Un coche cerrado, expuesto a la luz solar y en plena ola de calor se convierte en un “un verdadero horno”. Un informe de la Asociación Argentina de Pediatría revela que con una temperatura exterior de 39º, el interior del coche se calienta a más de 60 ºC en tan solo 15 minutos.
El Ministerio de Salud Pública de la Nación recomienda no dejar a ninguna persona en un vehículo estacionado y cerrado, especialmente a personas menores de edad, mayores o con enfermedades crónicas. Tampoco a mascotas.
Consultar al médico ante síntomas relacionados con las altas temperaturas
El Ministerio de Salud recomienda acudir a un centro de salud u hospital ante síntomas que se mantengan durante más de una hora y que puedan haber sido provocados por las altas temperaturas. Los síntomas relacionados con un golpe de calor son la astenia, fatiga que se convierte en malestar, los mareos, los vómitos e incluso la fiebre.
Uno de los signos más importantes es que se puede dejar de transpirar, lo que significa que el cuerpo no está termorregulando y es un cuadro preocupante.
Anta la ola de calor, a cuidarse!
Agencia MTR