Se caminó hasta Luján desde San Cayetano. Y a los peregrinos los recibió el cardenal primado de la Argentina y arzobispo de Buenos Aires, Mario Poli, en el patio de la Basílica y mirando a los files, muchos con rostros cansados, les resaltó apostar “a la familia, lo mejor que tiene la Patria” y agregó que “ahí se cultiva el amor, ahí está la fuerza de la Nación”.
El sacerdote lo hizo al celebrar este domingo 3 de octubre la misa en la 47 peregrinación juvenil a pie a Luján.
“Cuando todo se mueve, lo más sólido que tenemos es nuestra familia. Apuesten a su familia, dediquen tiempo, hemos escuchado durante estas jornadas cómo vienen a pedir por sus familias, por la salud, por el amor, por el trabajo”, dijo Poli en la misa de la peregrinación convocada bajo el lema “Madre del Pueblo, te pedimos por la salud y el trabajo”.
Y amplió: “Todo lo que recibimos en la familia, todo lo que se mama en la familia, nos dura la vida entera. Ahí se cultiva el amor, ahí está la fuerza de la Nación”.
Cardenal Mario Poli señaló que en este “día de fiesta para nosotros, tengo en mi corazón, en mi mente, tres ideas, tres cosas para decirles en este momento: espero que sean cortitas porque conozco el dolor de ustedes de la marcha y el camino”.
En la primera de ellas recordó al papa Francisco que, ante cada multitud, “él nos recuerda que Dios y la Virgen nos aman profundamente, somos inmensamente amados por Dios”.
En la misa el arzobispo de Buenos Aires indicó que “para mí la renovación de la peregrinación este año es una muestra de cuánto nos ama Dios. La maravillosa juventud y todos los que se han puesto al servicio de la peregrinación es una muestra más de la delicadeza de nuestro padre Dios, de la ternura de nuestra Madre”.
La segunda idea fue su alusión a la familia, “nuestros principales valores”, y, por último, pidió dar las “gracias materiales y espirituales (a la Virgen de Luján) para seguir caminando en esta vida”.
Previamente, les señaló que esta peregrinación es una muestra más de ‘cuanto nos ama Dios’, para añadir ‘que lo más firme que tenemos es la familia’.
Con banderas de diferentes santos colgadas, barbijos y de a grupos de cinco personas, peregrinos de todas las edades, familias y amigos provenientes de distintos puntos del país, caminaron los 60 km. que une la parroquia de San Cayetano, en el barrio de Liniers de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, con la Basílica de Lujan, para cumplir con la 47° edición de la Peregrinación Juvenil.
Este año, reanudada la peregrinación tras las limitaciones de la pandemia, se marchó bajo el lema «Madre del Pueblo, te pedimos por la salud y el trabajo», poniendo la presencialidad en los rostros emocionados y cargados de fe.
Como era de pensar, se observó una pequeña merma de personas en el comienzo esta sábado desde la Parroquia de San Cayetano, ya que rigen los cuidados del coronavirus, con un alto en el camino,ya que en el partido de Moreno, donde el obispo de Merlo-Moreno, Fernando Malettí recibió la imagen a las 10 en la Plaza Buján, en Paso del Rey.
Parte de las recomendaciones oficiales, además de empezar más temprano ya que la Virgen solía partir al mediodía de Liniers, fue que los peregrinos hicieran un recorrido más corto y salieran desde otras paradas.
Por esta razón, se pudo ver muchos fieles en inmediaciones de las estaciones de trenes de Morón, al igual que en Ituzaingó, Merlo y Moreno.
La Imagen Peregrina de la Virgen de Luján que caminó hasta la Basílica fue la que bendijo el papa Francisco en la Jornada Mundial de la Juventud del 2013 y es la que viene recorriendo toda la Argentina, incluida la Antártida.
La mayoría de las personas que llegaron a Luján mostraron rostros de cansancio, pero de alegría por haber podido cumplir con todo el trayecto.
Agencia MTR