El domingo a la noche autobombas, cisternas, 30 voluntarios y todas las líneas de mangueras además de otros usos de bomberos se desplazaron desde el cuarte nuevejuliense hacia el basural ante un incendio que se había originado.
El trabajo fue arduo ya que la franja de fuego abarcó unos 400 metros.
El lugar del siniestro es de difícil acceso, ya que no hay firmeza en la superficie ante la basura acumulada y líquidos que se juntan en el suelo o terreno.
Terminado el mismo, en la madrugada de ayer lunes feriado nacional, se expandía el humo, como secuela, por el viento.
Anoche y esta mañana, no cesa la humareda con impactos de distinta naturaleza en relación a la cercanía o lejanía del epicentro del siniestro.
El fuego no destruye la basura compuesta por una amplia gama de desechos, que se transforman en otros diferentes o cenizas, las cuales dan lugar al humo que se activa por efectos del viento.
Es molesto y tóxico e ingresa en todos los espacios ante ese traslado por efectos del viento, conforme a su orientación o del punto cardinal que lo haga.
Lo cierto es que las quejas se hacen escuchar por los efectos secundarios y el impacto en cada persona conforme a su salud, física y psíquica.
Agencia MTR