Hoy 29 de septiembre se celebra el día de los arcángeles en nuestras vidas. Se recuerda a Miguel, Rafael y Gabriel, a través de un ritual especial que la iglesia católica ha venido preservando durante siglos.
La fiesta de los ángeles es una celebración cristiano -católica, que rinde honor a los 3 arcángeles principales Miguel, Gabriel y Rafael, pero que se extiende a los cientos o miles de representaciones que la humanidad tiene al respecto de estos seres de luz.
A estos arcángeles en múltiples ocasiones se les conoce también como Santos, de esta forma el arcángel Miguel (Quién como Dios) también se nombra San Miguel arcángel, sucediendo lo mismo para Gabriel y Rafael.
Sus orígenes se remontan a la aparición del Arcángel Miguel en el monte Gargano en Italia hacia el año 493, desde cuando se estableció una fiesta para recordar tal acontecimiento cada 29 de septiembre y se popularizó en muchos países considerados de mayoría católica sobre todo en occidente.
Según las “Leyes eclesiásticas” publicadas hacía 1014 por el Rey Etelredo de Inglaterra, se conminaba a los fieles a tomar medidas específicas para la preparación de este día especial, las cuáles incluían: ayuno, confesión e
incluso dejar de cumplir con determinados trabajos, enfocando todas las energías en la fiesta del Santo arcángel Miguel.
Por supuesto hay formas menos dogmáticas de hacernos partícipes de esta fecha especial, dentro de los beneficios que se pueden obtener este día están:
– Rememorar la ayuda de los ángeles a lo largo de la historia humana y su constante apoyo
en nuestro día a día.
– Conectar nuestra energía con la de los seres de luz, presentes especialmente en este momento mágico y sagrado, equilibrando nuestro poder personal y enfocándolo hacia la armonización interior.
– Hacer una petición especial a través de la mediación de los ángeles ante Dios todopoderoso, y de esta forma obtener lo que necesitamos para nuestro crecimiento físico, mental y espiritual.
– Sentir el amor y la bondad de nuestro ángel personal, en pos de reconocerlos como amigos y apoyos en cada momento de nuestras vidas.
Desde la comodidad de nuestros hogares, cada uno de nosotros puede conectarse a través de una oración sencilla con el poder de los arcángeles, sin olvidar que ante todo se debe dar gracias a Dios todopoderoso por la luz y el amor con el que llena a cada uno de los seres angélicos, por haber permitido que permanezcamos bajo su guía y protección y también pedirle para que podamos cumplir con la misión que tenemos asignada para nuestra salvación y el bienestar de toda la humanidad.
Se puede encender una velita blanca y hacer una petición al espíritu creador por medio de sus santos ángeles.