Debido a las altas temperaturas habituales en esta época del año, PAMI recomienda a sus afiliados tomar las siguientes medidas de prevención para evitar un golpe de calor.
Ingerir un mínimo de dos litros de agua diarios, aunque no tenga sed.
Ingerir diariamente frutas y verduras.
Evitar la ingesta de bebidas alcohólicas y/o con cafeína.
No salir a la calle entre las 11 y las 16. En caso de hacerlo, usar sombrero, anteojos oscuros y ropa suelta y de colores claros.
¿Cuáles son los principales síntomas de golpe de calor?
Sed intensa y sequedad en la boca.
Alta temperatura corporal (más de 39°C).
Mareos o desmayos.
Dolores de estómago, náuseas o vómitos.
Sudoración.
Debilidad corporal.
Calambres musculares.
Dolor de cabeza, estado de confusión.
PAMI aconseja que ante la menor duda o cualquiera de los síntomas mencionados, el afiliado no dude en consultar a su médico.
El golpe de calor ocurre cuando el cuerpo no puede enfriarse suficientemente rápido como para compensar la alta temperatura y sus efectos pueden poner en riesgo la vida.
Ante este pronóstico, el Ministerio de Salud de la Nación recomienda a la población general poner en práctica más que nunca hábitos saludables. Eso incluye: beber mucha agua durante todo el día, aun sin sensación de sed; consumir alimentos frescos (frutas y verduras); evitar las bebidas alcohólicas, muy dulces y las infusiones calientes; usar ropa suelta, de tejidos livianos y colores claros; tomar líquido antes, durante y después de practicar cualquier actividad al aire libre, y protegerse del sol con sombrero o debajo de una sombrilla.
Para los más pequeños, hay algunos cuidados extra en esa lista: darles el pecho con más frecuencia a los lactantes, hacerlos beber agua fresca y segura, y mantenerlos en lugares frescos y ventilados.