“Ser ciudadano significa tener acceso al trabajo, a la salud y a la educación”.

Muchos  vecinos, comercios e industrias de nuestra ciudad quedaron en una situación complicada una vez que se aplicó el tarifazo a la luz y el gas dispuesto por el Gobierno nacional. No solo los usuarios residenciales recibieron este fuerte golpe, sino también  a los usuarios de las garrafas sociales, que son los sectores más humilde de la comunidad.

Contra: los despidos y el tarifazo. de Las inescrupulosas subas en las tarifas, no solo está afectando a los sectores más vulnerables, sino también a los clubes , a los comercios, PYMES y a las universidades. Mientras que los despidos siguen creciendo en todo el país, tanto en el sector público como en el privado.

Si querían llevarnos al mundo lo han hecho. Estamos en todas las tapas del mundo, menos en las de Argentina. El Gobierno no cuida a los argentinos. Hemos sido respetuosos de la voluntad popular, como  oposición hemos  guardado un respetuoso y democrático silencio. Pero la voluntad popular no la tiene que respetar solo la oposición, el que más la tiene que respetar es el Gobierno, que ganó diciendo que no iba a echar, no iba a haber ajuste, no iba a devaluar. Que él respete esa voluntad”

Hoy, con el nuevo gobierno, asistimos al regreso de esas mismas políticas de ajuste . El mismo monopolio mediático que hace décadas justificó el desguace del estado, hoy nos quiere convencer absurdamente que una devaluación brutal es un “sinceramiento”. Por 12 años de políticas populista,  Nos titula y nos repite en todos sus medios que es inevitable que tu salario de repente valga 45%  producto de la devaluación y la inflación.

Lo que es una decisión política tomada por Macri y los CEO de las empresas más poderosas para quedarse con miles de millones de pesos que hasta ahora eran repartidos entre todos los argentinos, la impunidad mediática lo quiere hacer parecer como algo “inevitable para que vuelva todo a la normalidad”. Les bajan los impuestos a los sectores sojeros especuladores y toda esa plata sale de tu bolsillo pero nos dicen que “el campo tiene que estar feliz”. Nuestra obligación es la de salir a la calle para defender nuestros derechos, siempre junto a los asalariados.