viernes, abril 19, 2024
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Trasladaron a Pehuajó las cenizas de Osmar Maderna

Pehuajó Omar Maderna

La urna con las cenizas del músico pehuajense que trascendió las fronteras del propio país con su genialidad artística, fueron depositadas en el monolito que afirma la memoria de Pehuajó hacia uno de sus dilectos hijos.

Poco antes del mediodía de este domingo, familiares de Maderna transportaron sus restos en un momento de suma emoción de los concurrentes, especialmente gente vinculada a la música, autoridades municipales y vecinos.

La academia del Tango de Pehuajó, con apoyo del municipio, hicieron las gestiones pertinentes para el traslado y se materializó en un homenaje digno del nivel destacado de su persona haciendo trascender el nombre de Pehuajó con su virtuosa pasión musical.

Anoche, como parte de este homenaje, el pianista Martín Díaz ofreció un brillante concierto en el Salón Blanco, que fue la antesala de las emociones con que se iba a vivir el resto de la actividad.

Osmar Héctor Maderna, había nacido en Pehuajó el 26 de febrero de 1918, y falleció en Lomas de Zamora el 28 de abril de 1951.

Fue un músico, pianista, director, compositor y arreglador, que falleció trágicamente.

Fue el octavo hijo del matrimonio formado por Juan Maderna y Ángela María Nigro, y desde muy pequeño sintió la gravitación de la música; a la edad de cinco años ya ejecutaba la pianola a “fuelle”, y su padre tocaba el acordeón a piano en los bailes. Fue su madre quien, viendo la pasión que sentía por la música, lo envió a estudiar piano, a escondidas del padre que se negaba a que su hijo fuera músico.Osmar Maderna

El entusiasmo y los progresos que Osmar demostraba, fueron convenciendo a su padre del destino musical de su hijo. Tal es así que, cuando el niño contaba con unos diez años de edad, decidió integrarlo a su propia orquesta para tocar la pianola. Algunos años después, a los trece, formó una orquesta con músicos locales, llamada “Vitaphone”, con la cual recorrería la zona obteniendo gran repercusión, y a los quince se recibió de profesor de piano. La orquesta “Vitaphone”,  en recuerdo de un sello productor, cuyos discos deleitaran a Maderna,  estuvo compuesta en violines por Aquiles Roggero  y Arturo Cipolla, en bandoneones por José Figueras y Francisco Loggioco, en piano por el propio Maderna, en trompeta por Alberto Luna, y en batería por Diego Rodríguez.

A la edad de veinte años, en 1938 , decidió probar suerte y se trasladó a Buenos Aires.  Antes de partir le dijo a su hermano Ángel Maderna que si preguntaban por él, dijera que había ido a comprar un bandoneón.

En la capital argentina se incorporó a la orquesta de Manuel “Nolo” Fernández y se alojaría en donde vivía Armando Moreno,  cantante de aquella orquesta. Posteriormente, en octubre de 1939, pasó a integrar la orquesta de Miguel Caló, en reemplazo del pianista Héctor Stamponi, junto con el estuvo desde 1939 hasta 1945.

En esta época, en una de las actuaciones de la orquesta, conoce a su futura esposa Olga Reneé Mazzei, nacida en Bragado, con quien se casó en 1947. No tuvieron hijos. Maderna, previamente, en 1945, formó su propia orquesta y al año siguiente tocó en radio El Mundo,  junto con sus dos cantores Orlando Berry y Luis Tolosa.

Tenía pasión por los aviones.   Un instructor le había enseñado a pilotar planeadores y en su estadía en Buenos Aires se recibió de piloto civil.

En la tarde del 28 de abril de 1951, había llegado en su avioneta al aeródromo de Monte Grande. Cuando se estaba por retirar, se le acercó un piloto llamado Alberto López que lo desafió a una competencia de velocidad aérea.

A pesar de la oposición de su esposa, Olga Mazzei, Maderna aceptó y salieron ambos aviones. Osmar Maderna llevaba de acompañante al ingeniero Ernesto Prougenes y López a otro de apellido Roura.

Volaron hasta Lomas de Zamora y al iniciar el regreso hacia Monte Grande, ambos pilotos comenzaron una peligrosa serie de maniobras. Imprevistamente se produjo el choque y la aeronave de Maderna se precipitó directamente a tierra desde unos 150 metros de altura, pereciendo los tripulantes en ese instante. El otro avión logró planear pero se estrelló contra una casilla y sus dos ocupantes fallecieron camino al hospital. La tragedia ocurrió alrededor de las 17 horas del sábado 28 de abril de 1951 – mañana 63 años – por la noche de ese día, la ya viuda de Maderna, Olga Mazzei, perdía su embarazo.

Su cuerpo descansó en el Panteón de SADAIC en la Chacarita, y desde hoy sus cenizas en Pehuajó.

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