miércoles, abril 24, 2024
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La Educación Vial en el Camino

Educación Vial en el Camino

Con esta primera entrega Cadena Nueve se sume a una campaña de Educación Vial, con artículos de especialistas en la materia, como contribución a una profunda reflexión y toma de conciencia que del comportamiento humano dependerá que la principal causa de fallecimientos en todo el territorio nacional, sigan siendo, o no, los accidentes de tránsito.

Desde esta columna, más allá de las señalizaciones o comportamiento en las calles y caminos, se hará hincapié en las consecuencias que la impericia o negligencia acarrea, ya que incluye las causales de los accidentes de tránsito y demás conductas, máxime si se tiene presente, que el 90% de esos accidentes se producen por responsabilidad humana.

Los artículos serán escritos por especialistas que integran un interdisciplinario equipo de trabajo. Son ellos: Eduardo Balza, Licenciado en Antropología; la Dra. Florencia Saleme; el Ingeniero Jose Luis Acosta y el Procurador Agustin Mancini, junto Dr. Manuel Francisco Keumurdji, coordinador del mismo.

En su primer aporte el Dr. Manuel Francisco Keumurdji, Abogado Especialista en Accidentologia e Integrante del plantel estable de la Dirección Nacional de Vialidad nos señala:

Me dirijo a través de ese medio con la intención que aprendamos juntos con el lector, las formas que nos permitan disminuir e incluso, porque no, eliminar las muertes y lesionados en las rutas argentinas.

No hay forma de ingresar en la temática planteada sin considerar los aspectos involucrados en un accidente. Debemos marcarnos la necesidad de reprogramar la forma en que nos llegan a nosotros, conductores, las reglas (normas)  que nos ajusten, ingresándolas en nuestra mente para convertirlos en acción.

-Pensaba que así como en algún momento determinado de nuestro país conocíamos el índice del riesgo país, así como estamos pendientes de precio del dólar, y tantos otros índices de conocimiento general, deberíamos estar al tanto mes a mes, año a año la cantidad de fallecidos y lesionados, de forma que como sociedad estemos pendientes de las mejoras  en esos números, que no son números, son seres humanos y la mayoría inocentes y una gran cantidad, niños.

Nuestras conductas son causales de más del 90 porciento de los accidentes de tránsito en nuestro país (falla humana), o sea nuestras falencias en determinado segundo producen el accidente.

Sabemos cuál es la herramienta para modificar esas conductas:  la educación.

En materia de educación debemos dedicar especial énfasis a un cambio inmediato, de allí que de la educación que  debemos tratar es para adultos, sin perjuicio de continuar con el proceso educador en los niveles primarios, secundarios y terciarios (tiene media aprobación proyecto de ley en tal sentido).

Quienes intervienen en la proceso educador:

1.- El educando, los alumnos, nosotros.

2.- El educador, el Estado, el profesor.

3.- La materia de estudio, las reglas de transito, el manual.

4.- El control ( las calificaciones, la nota) y el lugar de  enseñanza ( el camino, el aula).

1.- El educando, los alumnos, nosotros.

Entonces, debemos saber que el primer cambio a considerar es en nosotros mismos, pero quienes somos nosotros al momento de conducir, ¿ somos los mismos ?

La respuesta es no, no somos los mismos, cualquier persona con determinada personalidad modifica la misma inconscientemente en función a situaciones externas, llámese adicciones en general o las producidas por las mismas sustancias químicas que genera el propio organismo, por ejemplo la adrenalina.

Esto quiere decir que YO individuo al ingresar en MI vehículo y conducir una mole que pesa desde 700 kilogramos (auto pequeño) hasta miles de kilos en caso de ómnibus y camiones TENGO el poder con MI mente de mejorar falsamente MI personalidad (mayor autoestima) por el sólo hecho que moviendo MIS brazos y MIS manos y MIS pies dirijo esa mole, más grande o más chica, en el sentido que quiero, y que bien me siento soy poderoso.

Nuestra falsa autoestima puede tener como causa el sólo hecho de conducir el vehículo, así de sencillo, pero me sumo el hecho que me encuentre atravesando un momento feliz (estoy eufórico, ejemplos: tuve un hijo, estoy enamorado, me subieron el sueldo, fui reconocido, etc), o un momento infeliz (estoy depre, o como dicen los chicos down, tuve una pérdida importante, me dejó mi novio/a, perdí el trabajo, no me alcanza el sueldo, etc) esas situaciones que podríamos llamarlas emocionales positivas o negativas terminan condicionando mis condiciones para el manejo del vehículo.

Esto es, si estoy alegre me siento audaz y si estoy triste pero tengo el absoluto dominio de mi vehículo me siento más audaz.

 

2.- El educador, el Estado, el profesor.

En esta instancia existen normas que establecen la forma de educar y a quienes alcanza, con planes educativos en los niveles primario, secundario y terciario, con proyecto de ley con media sanción actualizando. También la continuidad de las campañas y foros tendientes al conocimiento teórico y práctico de las reglas y buenas prácticas en la conducción y la formación de profesionales en carreras específicas en materia de seguridad vial.

3.- La materia de estudio, las reglas de transito, el manual.

Este aspecto tiene como columna principal las leyes de tránsito: nacional, provincial, gobierno de ciudad y municipal y sus reglamentaciones a las que hay que decodificar o vulgarizar, al punto de que las más importantes reglas que evitan la generación de accidentes sean internalizadas (metidas en nuestras cabezas) de forma inmediata.

4.- El control ( las calificaciones, la nota) y el lugar de  enseñanza ( el camino, el aula).

En esta materia debemos efectuar algunos deberes, sabemos que en el caso de la educación las calificaciones se relacionan con tener un 2 y ser desaprobado o tener un 8 y ser aprobado, en educación vial la buena conducta no es calificada y la mala es sancionada con multas o la producción de accidentes.

Los controles que se efectúan son de carácter “educación castigo”, el desajuste impones multas o accidentes, los primeros derivados de controles automáticos (radares) y los controles de autoridad policial o municipal, y ambos del no aprendizaje.

Esa forma de controlar supone que el castigo educará o reeducará, como si se tratará de delitos penales, ocurriendo ello en el aula/camino, sin perjuicio que algunos usuarios consideran que el objeto de esas sanciones no son educar , sino recaudar, de donde resulta que cuanto menos se aprende más se recauda.

Creo que todos sabemos, sin ser grandes especialistas, cuáles son los requisitos para aprender las reglas y rectificar la conductas dañinas, todos fuimos al colegio:

-Hay que fortalecer el paso previo a la educación “castigo” o sea “educación vial preventiva”, que está bueno que sean agregadas como materias para los chicos y jóvenes, nos depara un mejor futuro, pero para el objeto de disminución de víctimas es necesario apuntar a los adultos para un mejor presente.

Cuando éramos alumnos no nos tomaban lecciones en el aula sin avisar previamente sobre los temas de la prueba.

Esto en educación vial implica ensañarnos en el aula/camino: las reglas, que deben ser claras y uniformes, y obviamente ser estrictos donde las reglas sean claras y uniformes.

Todos hemos visto que para condiciones de camino iguales en un lugar respecto de otro, las reglas son diferentes (máximas y mínimas de velocidad, lugares de sobrepasos, etc), pero peor aún para condiciones de camino iguales en el mismo lugar también ocurre lo mismo, con causas ambas que son caminos de distintas jurisdicciones: nacional, provincial, gobierno de ciudad o municipal.

Esta situación dificulta la enseñanza y en consecuencia el aprendizaje.

-El otro aspecto sustancial es que debemos conocer como educando, como alumnos, como usuarios, las características y antecedentes de esos caminos en los que circulamos, sin perjuicio de conocer el manual de uso del mismo, y es allí donde vamos a centrar el elemento más importante de la educación que es el estar motivado, dado que no existen calificaciones para la buena conducta debemos establecer una actitud motivadora, que la llamaría “MOTIVACION NEGATIVA”.

Dentro de las características y antecedentes tenemos que citar como más importante para crearnos esa motivación negativa la existencia de pedazos, tramos, sectores de los caminos donde se concentran los accidentes, en esta entrega no vamos a urgar sobre los porqué de las causas de siniestros. En esos puntos se concentran casi la totalidad de accidentes, entonces nos preguntamos cuál es la motivación negativa, la buena calificación: que al conocer esos puntos fatídicos, deben formar parte de la materia de enseñanza y aprendizaje en el aula/camino.

Debemos integrar a las reglas, el conocimiento de los lugares (pedazos, tramos, sectores de camino)  en donde se concentran los accidentes y entonces como en España marcar el ingreso y salida de la zona de accidentes, incluso podría integrarse con el número de víctimas, a partir los usuarios estarían en condiciones de contar con la motivación que nos falta para ajustarnos: ¿ porqué ? EL usuario NO querra agregarse al listado de víctimas, no queremos fallecer o lesionarmos y necesariamente debe ajustar su conducta.

 

*Abogado Especialista en Accidentologia e Integrante del plantel estable de la Dirección Nacional de Vialidad

·         A cargo del Servicio Jurídico Permanente de la Institución desde el año 1999 (función que secunde desde el año 1993 hasta el año señalado), con una antigüedad de 33 años en el organismo.

·         Organizador y Disertante de Seminarios Anuales dedicados a la SEGURIDAD VIAL en distintos foros

·         Participante en Convenio con la Agencia Nacional de Seguridad Vial para mejoras en la red.

·         Propulsor de Políticas de Concientización en la Seguridad Vial en su expresión EDUCACION EN EL CAMINO.

·         Autor del trabajo de conocimiento nacional “TRANSITO, EDUCACION, TRAGEDIA, CAMBIO YA”.-Bases para el Cambio-

·         Autoridad reconocida por el Congreso de la Nación en recomendaciones para el cambio.

·         Asistente del Ciudadano Común en la defensa ante abusos en el control del tránsito.

·         ONG en creación SINIESTROS VIALES CERO

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