La Escuela Técnica fabrica insumos para el Hospital Julio de Vedia

La Escuela de Educación Secundaria Técnica Nº 2, “Mercedes V. de Labbe”, de 9 de Julio convirtió las prácticas de sus alumnos en un verdadero laboratorio farmacéutico: en el mismo edificio en el que estudian también fabrican insumos destinados al Hospital Interzonal Julio De Vedia.
Son los alumnos de quinto año, quienes desarrollan la tarea como parte de la currícula de Tecnología de los Alimentos, en el laboratorio de Técnicas Analíticas, de la escuela. Allí fabrican alcohol en gel, cremas varias, de uso externo, neutras, a las que luego el hospital les agrega determinados elementos químicos y que son vehículos para otros medicamentos.
“Trabajamos con el laboratorio social, hacemos preparados magistrales, es decir, insumos hospitalarios que hacen de canales a otros medicamentos y son de uso externo”, explicó Silvio Balbo, vicedirector del establecimiento educativo que lleva adelante el proyecto desde el 2009.
La idea nació de la mano de la profesora de Química Adriana Fertitta, quien trajo la iniciativa desde la Facultad de Bioquímica de La Plata y logró enseguida el apoyo de toda la comunidad educativa. Además, la tarea, cuenta con la  asesoría técnica de la farmacéutica del hospital y con la directora médica del hospital de 9 de Julio.
“Al finalizar cada preparación y el posterior fraccionamiento, se realiza el rotulado de los preparados. Las etiquetas son realizadas también por los alumnos y en ellas se detalla: nombre del preparado, número de lote y algún otro dato que se considere de importancia”, explicaron en el establecimiento.
Pero la tarea no termina allí ya que, luego de acondicionar el laboratorio, se procede al registro y documentación de todo lo realizado durante la elaboración de los preparados: todos los pasos seguidos y procedimientos realizados por el profesional farmacéutico y los participantes de la elaboración del preparado magistral.
“Antes de comenzar ya teníamos el convenio, por directivas de la Universidad de La Plata, para que el proyecto subsistiera en el tiempo. Debíamos contar con asesoría técnica, por el tema del control de calidad y del proceso, porque aunque sean de uso externo, son medicamentos. Se trabaja con un protocolo que instrumenta el hospital”, detalló Balbo.
Para explicar la magnitud de lo que realizan el vicedirector dio un ejemplo: “La semana pasada hicimos un kilo y medio de crema, son 30 gramos por pote, por lo que se pudieron llenar no menos de 50 potes, y para el hospital es muy importante. Se trataba de pomadas para quemaduras, un canal de aplicación, es una pasta neutra”.
“Este es el quinto año que hacemos esto y los chicos de cuarto ya están concientizados de que al año siguiente les toca a ellos. Acá trabajamos en proyectos productivos y de medio ambiente, pero este eje es importante porque es el eje social, solidario y lo cuidamos mucho. Los de quinto han hecho este trabajo con sumo entusiasmo y esto será un proyecto de largo aliento”, remarcó Balbo.
Los objetivos del proyecto son claros: “los alumnos se vinculan con la comunidad y sus problemáticas. Permite realizar prácticas formativas en las cuales se interrelacionan las dimensiones pedagógica, técnico profesional, y la formación humana y social. Se establece un vínculo entre el centro de salud y la escuela. Además, se logra una producción pública y gratuita, para abastecer a los sectores con mayores problemáticas sociales”.
“Estos preparados permiten a la Farmacéutica del Hospital obtener dosificaciones especiales y formulaciones necesarias, que los laboratorios comerciales no fabrican, entre otros motivos, por no ser rentables”, explicaron los docentes involucrados en la tarea quienes aseguraron: “éstas prácticas permiten difundir conocimientos a los alumnos de Industrias de Procesos, como así también concientizarlos y formarlos en la realización de prácticas que respeten las normas de seguridad e higiene, para garantizar la calidad de los preparados”.