Los muertos en rutas no cesan. Las estadísticas muestran que los hechos se han producido por errores humanos. La mayoría por adelantamientos y el no respeto a las normas de transito.
Estos comportamientos se repiten lo que llevó a la provincia ha impulsar en su momento a instalar unos 120 radares en las rutas que trazan el territorio para controlar excesos de velocidad y procurar bajar los altos índices de siniestralidad vial que se registran.
Ahora no se descarta que la Dirección de Política y Seguridad Vial se compren 70 mas y se ubicarían, como se ha hecho en distintos distritos con el aval de los Intendentes, ‘radares móviles’ operados desde camionetas.
Sin embargo, ONG que defienden a usuarios y contribuyentes observan que la mala señalización y el deterioro de los caminos lo convierten en recaudadores de multas y no en controladores viales.
La observación surge de la percepción en los automovilistas y camioneros que los radares móviles hacen el control de la velocidad en cualquier lugar y en cualquier momento.
Estas Organizaciones No Gubernamentales recuerdan que las multas por exceso de velocidad oscilan entre los 2.964 y los 19.760 pesos. Y su aplicación nunca ha estado exenta de polémicas ya que en muchos casos no son notificadas al infractor que de esta forma ignora que ha sido sancionado y termina afrontando sanciones monetarias más abultadas.