Del 12 al 18 de mayo se conmemora en todo el país la Semana de Concientización sobre el Consumo de Sal, una campaña promovida por el Ministerio de Salud de la Nación que busca informar y sensibilizar a la población sobre los riesgos que conlleva el consumo excesivo de sodio, especialmente en relación con la hipertensión arterial (HTA) y otras enfermedades crónicas.
“El consumo de sal en exceso está directamente asociado a la hipertensión, un factor de riesgo clave para enfermedades cardiovasculares, accidentes cerebrovasculares y afecciones renales”, alertó el Ministerio en un comunicado oficial. En este sentido, el organismo instó a adoptar cambios simples en la alimentación diaria que pueden tener un impacto significativo en la salud: “Usá hierbas, especias y condimentos naturales como alternativas para darle sabor a tus comidas sin sal”.
Una amenaza silenciosa
La hipertensión arterial es una enfermedad crónica y silenciosa que, en la mayoría de los casos, no presenta síntomas. De hecho, muchas personas pueden tener la presión alta durante años sin saberlo. La única manera de detectarla es mediante su medición periódica con un tensiómetro y en condiciones adecuadas.
Se considera que una persona es hipertensa cuando su presión arterial supera los 140/90 mmHg (o 14/9). Si bien en muchos casos no tiene cura definitiva, la HTA puede controlarse con un tratamiento médico adecuado y cambios sostenidos en el estilo de vida.
Causas y factores de riesgo
La hipertensión es una condición multifactorial, influenciada por una combinación de factores genéticos y ambientales. Entre los principales factores de riesgo se encuentran:
Antecedentes familiares de hipertensión.
Edad avanzada.
Sobrepeso u obesidad.
Consumo excesivo de sal.
Consumo habitual de alcohol.
Tabaquismo.
Falta de actividad física.
Uso prolongado de ciertos medicamentos, como corticoides o descongestivos.
Hábitos que pueden marcar la diferencia
El tratamiento y la prevención de la hipertensión no se limitan a los medicamentos. Existen diversas estrategias que ayudan a mantener la presión arterial bajo control:
Reducir el consumo de sal: Evitar el uso de sal de mesa y limitar la ingesta de alimentos procesados (embutidos, fiambres, snacks, caldos, sopas instantáneas y conservas), que contienen altos niveles de sodio oculto.
Adoptar una alimentación saludable: Incrementar el consumo de frutas, verduras frescas y alimentos naturales sin procesar.
Hacer actividad física regularmente: Caminar, correr, nadar o andar en bicicleta al menos 30 minutos por día, la mayoría de los días de la semana.
Limitar el consumo de alcohol.
Abandonar el tabaquismo.
Mantener un peso corporal adecuado.
Señales de alarma
Aunque muchas veces pasa desapercibida, la hipertensión puede provocar episodios agudos que requieren atención médica inmediata. Se recomienda acudir a un centro de urgencias si se presentan síntomas como:
Dolor de cabeza muy intenso y repentino.
Confusión, dificultad para hablar o mover un brazo o la cara.
Mareos o sensación de vértigo.
Visión borrosa repentina.
Dolor en el pecho o sensación de falta de aire.
En el marco de esta semana de concientización, las autoridades sanitarias reiteran la importancia de adoptar hábitos saludables desde edades tempranas. Reducir el consumo de sal no significa renunciar al sabor, sino aprender a cocinar y comer de manera más consciente para cuidar el corazón, los riñones y la salud en general.