El pasado lunes 28 de octubre a la 1.30 de la madrugada, una joven oriunda de Tapalqué viaja a Bolívar en un micro desde Tandil cuando su compañero de aiento comenzó a manosearla, al comienzo al querer dormirse y más tarde directamente lo hizo, cuando se durmió debió sacar la mano de su partes intimas.
Así lo denunció la victima en la Comisaría de la Mujer y la Familia y la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) Nº 16 y luego se supo que se trata de un sacerdote de la Diócesis de Azul y con tareas en la capilla San Cayetano.
A raíz del avance de la instrucción penal preparatoria en la fiscalía, desde el Obispado de Azul se hizo saber que el cura fue expulsado. El hecho había cobrado notoriedad a partir de la denuncia en las redes sociales que la propia víctima hizo luego de realizar la presentación en la Comisaría de la Mujer.
La mujer de 26 años, hizo saber que al tomar en la terminal de ómnibus de Tandil un micro que la llevara a Bolívar, se ubicó en su butaca que daba contra una ventanilla y luego llegó un hombre que se sentó en el asiento de al lado.
“Se sentó, me miró bastante, se sacó la campera y me dijo que tenía calor, hizo un bollo con la campera y se la puso en la parte de las piernas, como tapándose las partes íntimas. En un momento siento que me tocó la pierna y pegué un salto, cuando veo tenía la cara del tipo al lado mío que enseguida se acomodó en su butaca. Lo que estaba haciendo era ver si yo estaba dormida”, relató la bolivarense.
Una vez que la mujer logró dormirse profundamente, se despertó sobresaltada porque algo le interrumpió el sueño. Según sus palabras, “este tipo me había metido la mano, me estaba tocando toda la parte de la cola y justamente me desperté por la incomodidad de sentir esa mano ahí. Cuando me di cuenta grité, le pregunté qué estaba haciendo y el tipo guardó la mano debajo de la campera. Después la pasajera de al lado pudo ver que se estaba masturbando y por eso se había cubierto”.
Ante la acusación, la actitud adoptada por el hombre fue “negar la situación”, argumentando que estaba dormido él también. “Todos los pasajeros empezaron a gritarle, insultarlo, yo atiné a agarrar mi mochila y salí corriendo para una butaca que vi vacía atrás”, continuó su relato la víctima.
El vehículo que había sido detenido a pedido de los pasajeros, retomó el viaje y al poco tiempo en la ruta se encontró con personal policial, es por eso que los choferes buscaron a la joven para que realice la denuncia. El acusado fue demorado y la joven tuvo una entrevista con la policía. “En un momento nos vinieron a buscar de la Comisaría de la Mujer en un patrullero para trasladarnos a Tandil, todavía estamos por la zona. Hice la denuncia y nos volvieron a llevar en el patrullero hasta donde estaba el micro, ahí pudimos seguir el viaje”, indicó.
Tras la imputación de la UFI 16 a cargo del Dr. Marcos Eguzquiza dese el Obispado se lo desplazó.