Las cosas se complican si sufrimos el ‘Accidente’ de un ser amado, es el relato del 100% de las familias de víctimas viales, más aún, cuando ese ser querido pierde la vida en manos de un negligente e imprudente.
Distintas fuentes oficiales muestran el lugar preponderante que tienen los siniestros viales en el total de muertes por causas externas en nuestro país.
Es el momento más difícil, en el cual nuestra mente no registra que estamos frente a la muerte de un hijo, padre, madre o familiar cercano. Es en esta instancia en la que se deben resolver los pasos a seguir. Es en esa circunstancia tan dura cuando nos empiezan a rodear todo tipo de intereses, malas y buenas personas, malos y buenos consejos…malas y buenas intenciones. Aflora el ser, tal cual es!.
Se suma a este cuadro, que en el caso de la víctima, empieza a ser juzgada, y en algunas oportunidades investigada y esa indagación puede alcanzar a la familia.
Por su parte el victimario, tiende a justificarse, pretende ponerse en el lugar de víctima y hasta armar estrategias para defenderse bajo la consiga ‘el fin justifica los medios’. Es ahí cuando salen a la luz las peores mezquindades humanas.
Un hecho que pone al desnudo esta descripción, aunque aproximada, se vio en oportunidad en la que perdieron la vida Yamila Molina y María Micheli. El venidero 25 de mayo, se cumplirá un año de cuando las jóvenes nuevejulienses mencionadas encontraron la muerte. Ni lo tenían en su mente, ni se dieron cuenta que un accionar negligente de un conductor – Claudio Guillan -que volvía de una fiesta, en un estado dudoso de lucidez a una velocidad aproximada – la permitida en ese tramo es de 60 km/h. — de 180 Km/h. y sin su carnet de conducir habilitado, junto a tres acompañantes, quienes se bajaron, vieron una postal de espanto y posibles muertes y se fueron. No solo abandonaron a la escena. Desatendieron a las víctimas, sin certezas de sobre vida. Fueron partícipes de un hecho, ya que iban en el vehículo que los provocó, y lejos de una gesto de solidaridad mínima, fue de máxima cobardía.Huyeron.
El relato que no termina acá, no persigue incomodar a nadie. Procura una profunda reflexión de lo sucedido, que se empeora cuando el autor de las muertes, al darse cuenta de la gravedad y sin su carnet de conducir vigente y con posible alta graduación de alcohol en sangre, involucra a su hermano para que se haga cargo de lo que no hizo.
La ‘viveza – bajeza -criolla’ fue descubierta por la Policía y el personal del Hospital Julio de Vedia, que no permitieron comportamiento impropio, por donde se lo mire, ya que se pretendía que un inocente – Ariel Guillan- se haga cargo del hecho de otro.
El relato pone al descubierto lo que debe tolerar las familias de las victimas que ya no viven. Que alguien para exculpase viola el sentido común, e intenta hacerlo con la ley. Muy triste en una sociedad donde las familias se conocen o ven a diario, más permeable todo a una disculpa que un ocultamiento. Sin embargo, los valores se trastocan… se trastocaron.
También el sistema tolera – por lo menos el Fiscal que investiga- , que el autor del hecho, a los 15 días de lo ocurrido retire su renovado carnet de conducir, sin condicionamiento alguno.
Este espacio ‘Periodista por un día’ nos permite recrear un triste suceso de una sociedad de conocidos, pero no menos hipócrita, que tolera comportamientos que rompen los valores de solidaridad, buen vecino, confraternidad y que victimario continúe – sin culpabilidad alguna – su trabajo de cada jornada, tras haber truncado, vidas y alegrías de familias al lograr el arranque prematuro de dos de sus integrantes. Ellas, ya no viven.
Otras sociedades ponen al autor de victimas fatales viales – sin vulnerar su principio de inocencia – por fuera de todo circuito cotidiano hasta que se llegue a la verdad de lo sucedido, por respeto a las familias y al tramado social en su conjunto, y a la espera de las decisiones judiciales finales, para determinar su responsabilidad y sanciones, si les cabe. Es decir, esa angustia de espera de familia víctima, se atenúa al ver una restricción de quien fue autor de muertes viales. Sin embargo, ante conceptos diferentes de iguales hechos entre países, en nuestro sistema se permite al autor de las muertes, su hermano que quiso ser cómplice y fue descubierto; y los demás ocupantes del vehículo, -que ‘se borraron’ -que causó los males, sigan con su vida sin pensar en el daño ocasionado.
Sin embargo, las familias de Yamila Molina y María Laura Micheli, tienen que luchar con una suma de imponderables y este cuadro descripto, donde hasta el año 2012, la ley permitía a los jueces a dictar prisión en suspenso ya que se está ante dos ‘homicidios culposos’. Con la reforma del 2016, ante la lucha de ONGs y grupos de familias de víctimas de muertes viales, a autores de estos sucesos les cabe la prisión efectiva.
En esa lucha están las familias de Yamila y María Laura, y por ello, el ‘Día de la Patria’, marcharán ante el primer aniversario de sus muertes anticipadas e impensadas, para que se reflexione y se aceleren las transformaciones para dar mayor equidad a víctima y victimario.
Que la sociedad en su conjunto, también analice su comportamiento colectivo ante sucesos que la enlutan.
‘Periodista por un día’ – 10 Aniversario Cadena Nueve – Liliana Calixto (colaboración de Alejandra Ramírez, mamá de Yamila Molina)