Cada 30 de julio se conmemora esta jornada para visibilizar uno de los crímenes más graves contra los derechos humanos, que afecta a más de 12 millones de personas en todo el mundo. La campaña “Corazón Azul” de la ONU busca generar conciencia y movilizar esfuerzos para erradicar la trata.
La trata de personas es una forma moderna de esclavitud que persiste en pleno siglo XXI. Afecta a millones de personas, muchas de ellas mujeres, niñas y niños, atrapados en redes que explotan su vulnerabilidad mediante engaños, amenazas y violencia. Las víctimas son utilizadas para explotación sexual, trabajos forzosos, servidumbre doméstica, extracción de órganos y otras formas de abuso extremo.
El Día Mundial contra la Trata de Personas, instaurado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), busca no solo recordar la existencia de este delito, sino también promover acciones concretas para prevenirlo y proteger a sus víctimas.
Una de las principales iniciativas es la campaña “Corazón Azul”, símbolo de la tristeza de las víctimas y de la indiferencia de quienes se lucran con su sufrimiento. A través de esta campaña, la ONU invita a la sociedad civil a involucrarse activamente: desde compartir información en redes sociales hasta donar al Fondo Fiduciario Voluntario para las Víctimas de la Trata y unirse a la Comunidad Corazón Azul.
La trata de personas no conoce fronteras y solo podrá erradicarse con el compromiso conjunto de gobiernos, organizaciones y ciudadanos. En este 30 de julio, la reflexión y el compromiso activo son más urgentes que nunca.