En el marco de la Exposición Rural de Palermo, el grupo Madrugadores del 9 llevó una cadena de oración que comenzó en 2014 y hoy tiene presencia diaria en la muestra que une el campo con la ciudad. Este miércoles 23, un grupo de madrugadores rezó el Rosario en el ingreso al predio, con el apoyo de numerosos fieles que se unieron en este acto de fe. En la jornada estuvieron presentes, entre otros nuevejulienses que viajaron a tal fin, Carlos Cappelletti y Alejandro Vera, quienes contaron cómo la idea de rezar en la Rural comenzó hace más de una década gracias a la iniciativa de Grace Salay de García Valdizone, quien se contactó con el presidente de la Rural y propuso incorporar el Rosario en las actividades diarias de la gran exposición.
Según Cappelletti, la misión del grupo de madrugadores no es solo predicar, sino llevar un testimonio de fe a aquellos que quizás no se detienen a reflexionar sobre la importancia de la oración. “Es sorprendente ver cómo la gente se detenía al vernos rezar, se persignaban, algunos se unían al Rosario. Es como sembrar una semilla”, expresó. Por su parte, Vera destacó el poder de la presencia, explicando que a veces solo estar allí, en medio del bullicio, ya es un testimonio de fe en sí mismo.
El contexto y la participación de la Iglesia
El acompañamiento de figuras como el Obispo Ariel Torrado Mosconi y el padre Daniel Camagna le dio un marco espiritual aún más fuerte a este gesto. Ambos sacerdotes, además de liderar la oración, ofrecieron el sacramento de la confesión a los asistentes. Vera recordó que, a pesar del gentío y el bullicio de la exposición, muchos se acercaron al confesonario, lo que subraya la importancia de la misericordia divina y cómo la iglesia está allí para quienes la necesitan, incluso en lugares de gran agitación como una feria rural.
Madrugadores: una corriente de vida que sigue creciendo
Carlos Cappelletti también reflexionó sobre el crecimiento de los Madrugadores del 9, un movimiento que comenzó hace más de una década con solo un puñado de miembros, y hoy cuenta con 29 fundaciones en toda Argentina. Además de su labor en la Rural de Palermo, los madrugadores realizan oraciones y actividades evangelizadoras en distintos puntos del país, llevando la fe a aquellos alejados de la iglesia tradicional.
“Nosotros queremos acercar la oración a aquellos que quizás no se sienten cómodos en una iglesia, pero que buscan un lugar donde puedan rezar sin juicio. La idea es ofrecerles un espacio donde puedan sentirse libres para orar, sin importar su situación personal”, afirmó Cappelletti.
El impacto del Rosario y la figura de la Virgen María Auxiliadora
La imagen de la Virgen María Auxiliadora, patrona del agro argentino, fue el centro de la oración. Durante el Rosario, los participantes se unieron en cantos y oraciones, creando un ambiente de devoción en medio de la feria. Vera destacó la importancia de llevar la Virgen María Auxiliadora a la Rural, recordando cómo esta figura ha estado presente en sus vidas desde su infancia.
El grupo de madrugadores, que se caracteriza por su apertura a todos los varones, sin importar su estado civil o situación personal, invitó a todos los hombres de la comunidad a unirse a su oración matutina que se realiza cada 14 días en la catedral de Nueve de Julio. “La invitación es para todos: casados, solteros, separados, viudos… no hay juicios, solo oración”, subrayó Cappelletti, invitando para mañana a las 7 a todos los que se quieran unir, ya que habrá rezos.
A esto se recordó que en el marco del nuevo aniversario en Nueve de Julio, Madrugadores a nivel regional se reunirán el 27 y 28 de septiembre en La Plata. Durante la entrevista, en Despertate por Cadena Nueve, Máxima 89.9 y TV Visión Plus, los miembros del grupo también anunciaron que planean ofrecer la Santa Misa y rezar el Rosario en la exposición rural de Nueve de Julio, en octubre venidero, extendiendo la invitación a la comunidad para que se una a esta experiencia espiritual.
Lo vivido en la Rural de Palermo reafirma la misión de Madrugadores del 9: llevar la oración más allá de los templos y acercar la fe a aquellos que más lo necesitan. En medio del ruido y el bullicio de la feria, este grupo de hombres logró crear un espacio de paz y reflexión, demostrando que la fe tiene el poder de transformar incluso los lugares más inesperados.