Cada 11 de julio se conmemora el Día Mundial de la Población, una fecha proclamada por la ONU para reflexionar sobre los desafíos demográficos y promover el desarrollo sostenible. Este año, el enfoque está en los jóvenes y su derecho a construir un futuro digno en un planeta justo y esperanzador.
Noticia:
Este 11 de julio se celebra el Día Mundial de la Población, una jornada instaurada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1990 con el fin de generar conciencia sobre los temas relacionados con la población mundial y su impacto en el medio ambiente y el desarrollo global. La iniciativa surgió a raíz del creciente interés público cuando, el 11 de julio de 1987, la población mundial alcanzó los cinco mil millones de habitantes, hecho que inspiró al demógrafo del Banco Mundial, Dr. K.C. Zachariah, a proponer esta conmemoración.
En la edición 2025, el lema elegido por la ONU es “Empoderar a la juventud para que puedan formar las familias que desean en un mundo justo y lleno de esperanza”. El objetivo principal es garantizar que los jóvenes tengan acceso a los derechos, recursos y oportunidades necesarias para decidir sobre su propio futuro, especialmente en un contexto global que presenta desafíos significativos.
Hoy en día, la juventud enfrenta inseguridad económica, desigualdad de género, acceso limitado a servicios de salud y educación, y una creciente crisis climática, sumada a los conflictos armados y sociales en diversas regiones. Estas dificultades afectan directamente su calidad de vida y su capacidad de planificar una vida familiar, laboral y social estable.
A nivel demográfico, la población mundial continúa en ascenso. Se estima que crece a una tasa de 83 millones de personas por año, alcanzando actualmente los 7.888 millones de habitantes. Las proyecciones indican que esta cifra superará los 8.600 millones para 2030, lo que plantea importantes retos en términos de sostenibilidad, recursos y equidad.
En este contexto, el Día Mundial de la Población busca ser una oportunidad para reflexionar, generar políticas inclusivas y comprometerse con el bienestar de las futuras generaciones, especialmente de los jóvenes, que hoy representan la esperanza de un mundo más justo, resiliente y solidario.