El Gobierno nacional ha oficializado la fusión del Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas) y el Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) en un nuevo ente regulador, que concentrará las funciones de ambos organismos. La medida se enmarca en la aplicación de la Ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos y busca reestructurar integralmente el esquema regulatorio energético.
El nuevo ente regulador tendrá autarquía e independencia funcional y presupuestaria, y contará con plena capacidad jurídica para actuar en el ámbito del derecho público y privado. Su sede estará ubicada en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y estará integrado por un Directorio de cinco miembros designados por el Poder Ejecutivo.
Según el Gobierno, esta centralización busca mayor eficiencia y control en la regulación energética, aunque sectores críticos alertan sobre el riesgo de pérdida de capacidades técnicas y autonomía en un área clave como la energética. El nuevo ente deberá comenzar a operar en un plazo máximo de 180 días. La medida busca “simplificar estructuras administrativas y optimizar recursos”, en línea con los estándares propuestos por la OCDE para facilitar la inserción de la Argentina en el comercio global. La Secretaría de Energía tendrá 30 días hábiles para iniciar el proceso de selección de los miembros del Directorio y adoptar las medidas necesarias para la puesta en funcionamiento del nuevo ente.