La situación en el partido de Nueve de Julio es crítica para el sector agropecuario. Hugo Enríquez, dirigente de la Sociedad Rural local, alertó sobre el dramático estado de los caminos rurales y la falta de respuestas concretas por parte de la Provincia y de la Nación: “Tenemos solo dos máquinas trabajando hoy en un distrito con una red de caminos muy extensa y en condiciones extremadamente precarias. La reparación es lenta, provisoria, y los caminos siguen siendo un laberinto”.
Según Enríquez, entre el 85 y el 90% de los caminos presentan problemas serios, lo que genera consecuencias directas para el trabajo del campo: “No se pueden sacar camiones ni mover equipos de siembra. El productor está enfocado en terminar de levantar lo que pudo cosechar, pero la siembra viene muy atrasada, con una estimación de apenas un 30 o 35% de lo que originalmente se proyectaba sembrar”.
Las causas, explica, son múltiples: el exceso de agua, la imposibilidad de movilización por el mal estado de los caminos y la superposición de tareas, ya que muchas veces es la misma gente la que siembra y cosecha. “Hoy hay recorridos que deberían ser de 60 km y terminan siendo de 110 por tener que esquivar caminos destruidos”, graficó.
Enríquez subrayó que se está terminando el margen de tiempo para hacer reparaciones mínimamente sólidas antes de las lluvias de primavera, que históricamente comienzan en septiembre. “Tenemos dos meses por delante y hay que usarlos bien”, pidió, remarcando que las reparaciones actuales siguen siendo parches temporarios.
Consultado sobre los consorcios público-privados, Enríquez recordó que es una idea que se ha planteado varias veces: “El distrito tiene una red tan extensa que hace inviable cualquier solución sin una política de estado clara. Debemos pensar no solo en sortear esta coyuntura, sino en cambiar el modelo para que no estemos en crisis cada vez que llueve de más”.
Respecto a la estructura impositiva, fue tajante sobre las retenciones: “Es un impuesto distorsivo y un robo a la producción. El gobierno habla de liberar los mercados, pero seguimos con este peso que no nos deja respirar. Los márgenes son cada vez más ajustados. No hay rentabilidad si seguimos así”.
También se refirió al impacto de estas políticas en la vida rural: “Las poblaciones rurales siguen disminuyendo. Si no se garantiza infraestructura y desarrollo, todo se concentra en las ciudades, con un costo mucho más alto para todos”.
Sobre la eventual visita del presidente Javier Milei a la Sociedad Rural, Enríquez fue cauto: “En campaña dijo que las retenciones eran un robo, pero un año y medio después seguimos igual. Su presencia sería un gesto, pero lo que necesitamos son decisiones”.
Finalmente, se refirió a una consulta provincial sobre el impacto ambiental de una empresa que se radicaría en la localidad de French. Confirmó que la Sociedad Rural no fue consultada y recordó que ese proceso depende de las habilitaciones provinciales y municipales. También celebró el inicio del Genoma Productivo, un proyecto para relevar datos estadísticos del comercio, la industria y la producción local. “Por fin vamos a tener un diagnóstico claro. Con información precisa podremos planificar y potenciar el desarrollo del distrito”, concluyó.