La concejala radical Marcela Regalía cuestionó la gestión de fondos en Nueve de Julio y pidió un tratamiento serio y profundo de la emergencia económica municipal. Sostuvo que hay recursos sin usar mientras la ciudad atraviesa una crisis social y financiera.
En un contexto de preocupación económica creciente, la concejala del bloque UCR y contadora pública, Marcela Regalía, participó del programa Despertate en Cadena Nueve y Máxima 89.9 para dar detalles técnicos y políticos sobre el estado financiero del municipio de 9 de Julio, en el marco de una sesión especial del Concejo Deliberante donde se trata la rendición de cuentas 2024, la eliminación del actual Comité de Crisis y el ingreso de un proyecto de emergencia económica presentado por el Ejecutivo.
Regalía fue clara al advertir la contradicción entre la existencia de un superávit financiero estimado en 500 millones de pesos y la solicitud oficial de declarar emergencia económica municipal. “Es muy difícil explicar a la gente que hay superávit, cuando hay obras sin ejecutar, servicios deficientes y reclamos en la calle por falta de respuestas del municipio”, afirmó.
Según explicó, el superávit se explica porque una gran cantidad de partidas presupuestarias no fueron ejecutadas o solo se ejecutaron parcialmente. Por ejemplo, mencionó que la obra de gas prevista solo fue ejecutada en un 31% y los desagües pluviales en apenas 5%. También señaló que proyectos como el pavimento de Quiroga directamente no se iniciaron.
“Esto no significa que el municipio esté holgado: simplemente no usó el dinero en lo que dijo que iba a usarlo. Y si no se ejecutan partidas clave en un contexto de necesidad, eso también es una forma de mala gestión”, agregó.
Desde su formación como contadora, Regalia remarcó la diferencia entre el resultado contable y el financiero. “La parte contable puede mostrar un resultado positivo por cuestiones técnicas, pero la financiera refleja mejor la realidad: cuánto se ingresó y cuánto se gastó efectivamente”, explicó. Y agregó que el municipio arrastra una deuda flotante con proveedores, cuyo pago se ha extendido de 30 a 90 días.
Además, detalló que la recaudación municipal se sostuvo durante 2024, con una cobrabilidad del 76% en la tasa de red vial y del 56% en la tasa retributiva, apenas por debajo del año anterior. No obstante, anticipó que para 2025 ya se está observando una caída más pronunciada, en línea con la crisis nacional y la pérdida de poder adquisitivo.
“Hoy el contribuyente no deja de pagar por capricho. Deja de pagar porque no llega a fin de mes”, aseguró, señalando el impacto del alto costo de vida, la presión impositiva nacional y la caída de ingresos reales.
“No se puede tratar una emergencia sobre tablas”
En relación al proyecto de emergencia económica, Regalía adelantó que el bloque UCR no está de acuerdo con aprobarlo sin discusión previa. “Nosotros no vamos a votar una emergencia económica a las apuradas. No corresponde. Queremos que el proyecto vaya a comisión, que se escuche a los sindicatos, a los productores, a los docentes y a todos los actores sociales”, sostuvo.
Recordó la reunión abierta del jueves anterior, donde diversos sectores productivos, rurales y sociales plantearon su preocupación por el estado del municipio y la falta de respuestas concretas. “La emergencia no puede ser una herramienta para ajustar indiscriminadamente. Tiene que haber una verdadera reestructuración, pero no a costa del que menos gana. Hay cargos que no deberían existir y bonificaciones que deben ser revisadas con urgencia”, indicó.
El municipio también sufre el costo laboral
Regalía destacó que el alto costo laboral e impositivo no solo afecta a las empresas, sino también al propio municipio. “A veces se habla de ajuste solo mirando al sector privado, pero el Estado también tiene que revisar cómo está funcionando. No estamos pidiendo despidos, sino una reestructuración racional y equitativa”, aclaró.
En este sentido, sugirió que a mediano plazo se debería trabajar en una planificación que contemple jubilaciones, reubicación de personal y tercerización de ciertos servicios, aprovechando la tecnología y optimizando recursos, pero “siempre con mirada social y no punitiva”.
“Detrás de cada número hay personas”, repitió Regalía hacia el final de la entrevista. “Podemos tener un Excel que cierra, pero si hay cloacas sin hacer, calles intransitables y vecinos sin respuestas, entonces hay algo que no está funcionando. Queremos un municipio ordenado, sí, pero también presente y humano”.
El bloque UCR, según adelantó, presentará propuestas y observaciones en el tratamiento en comisión del proyecto de emergencia económica, con la intención de corregir los desequilibrios sin poner en riesgo los servicios ni castigar a los trabajadores más vulnerables.