viernes, enero 17, 2025
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La pobreza alcanza a unos 23 millones de personas

Este 50% de habitantes del país surge del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (ODSA-UCA).

La pobreza en todo el país sigue siendo alarmante, alcanzando al 49,9% de la población, lo que equivale a aproximadamente 23 millones de personas, según datos del tercer trimestre de 2024 proporcionados por el Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (ODSA-UCA).

Aunque hubo una leve disminución respecto al inicio del año, la cifra sigue siendo elevada comparada con el mismo período del año anterior, donde la pobreza rondaba el 55% a principios de 2024.

Este cambio se produce en el contexto de las políticas implementadas por el gobierno de Javier Milei, que, desde su asunción, ha aplicado un fuerte ajuste fiscal, una devaluación del tipo de cambio y un reordenamiento de precios. Estas medidas generaron un fuerte impacto inflacionario durante los primeros meses del año, afectando los niveles de pobreza e indigencia. Sin embargo, a partir del segundo trimestre, los números comenzaron a revertirse, y en el tercer trimestre la pobreza se redujo a 49,9%, mientras que la indigencia se ubicó en el 12,3%.

Agustín Salvia, director del ODSA, explicó que el país atraviesa un agotamiento del modelo económico basado en el consumo financiado por déficit y endeudamiento. A su juicio, el ajuste fiscal que se implementó, si bien tuvo graves efectos en la calidad de vida de los ciudadanos, no alcanzó los niveles que muchos temían, ya que se encuentra en una etapa de transición.

La pobreza infantil: una situación aún más grave

Uno de los datos más preocupantes del informe es la pobreza infantil, que afecta al 65,5% de los niños y adolescentes de entre 0 y 17 años. En este grupo, la indigencia alcanza al 19,2%. “Hoy, 2 de cada 10 niños viven en pobreza extrema”, detalla el informe. El aumento de la pobreza infantil afecta especialmente a los sectores más vulnerables, con un notable aumento de la pobreza extrema en los estratos más bajos.

Crecen los recortes en medicamentos y servicios esenciales

El estudio también destaca una tendencia preocupante en los hogares: la creciente privación alimentaria, que alcanzó al 24,3% de los hogares en 2024, una cifra similar a la de los años 2004-2005. Además, la asistencia social desempeñó un papel clave para mitigar los efectos de la pobreza, con un 36,3% de las familias recibiendo algún tipo de cobertura a través de programas sociales. Sin embargo, sin la ayuda de programas como la Asignación Universal por Hijo (AUH) y las pensiones no contributivas, la tasa de pobreza sería del 54,1%, y del 55,4% si se eliminan todas las ayudas sociales.

Otro aspecto crítico es la creciente incapacidad de los hogares para ahorrar. En 2024, solo el 9,1% de los hogares urbanos logró ahorrar mensualmente, lo que refleja una disminución respecto al 11,1% de 2023. Además, la recesión económica llevó a un tercio de las familias a recortar gastos en servicios esenciales. Un 31% de los hogares redujo sus gastos en atención médica, un 29,4% hizo lo mismo con los medicamentos, y un 27,1% no pudo pagar algún servicio público, como agua, gas o electricidad.

El mercado laboral: más precarización y pobreza

Por último, el informe abordó la situación laboral, destacando que, en 2024, solo el 40% de las personas activas se encuentra en empleos plenos. La baja demanda de empleo formal se ha visto compensada por un aumento de trabajos precarios. Además, el 44,8% de los ocupados en el sector microinformal vive en hogares en situación de pobreza, frente al 23,2% de los empleados en sectores formales, como el público o privado.

Este panorama refleja un contexto de creciente desigualdad y dificultades económicas para gran parte de la población argentina, especialmente en los sectores más vulnerables.

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