Desde las primeras horas de la mañana, la ciudad de Nueve de Julio ha adoptado un perfil inusual para un día jueves. Las calles lucen desoladas, con un movimiento notablemente reducido, especialmente debido al cierre de los colegios públicos, aunque los establecimientos privados continúan operando con normalidad. Esta situación se debe a la adhesión al paro general convocado por la Confederación General del Trabajo (CGT), al que se ha sumado la filial local de la CGT.
En el Hospital Interzonal Julio de Vedia, se ha garantizado la continuidad de los servicios de guardia y emergencias, gracias al alto acatamiento de la medida por parte de los afiliados a la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) y del sector de Salud Pública.
Por otro lado, se ha observado una notable ausencia de actividad en los bancos y organismos públicos de la provincia de Buenos Aires. En el caso de las oficinas pertenecientes al gobierno nacional, apenas un reducido número de empleados se ha presentado a trabajar.
A su vez, trabajadores municipales del área de servicios de barrido y limpieza se sumaron a la medida de fuerza.
En el ámbito privado, aunque muchos comercios han decidido abrir sus puertas, varios empleados se han sumado al paro en protesta contra una posible reforma laboral.
El impacto de la huelga convocada por la central obrera se extiende al transporte de larga distancia en la región, así como a hospitales, escuelas, comercios, organismos públicos y entidades bancarias. La ciudad se ve sumida en un ambiente de calma tensa, mientras los ciudadanos hacen oír su voz en demanda de mejores condiciones laborales y en rechazo a posibles reformas que afecten sus derechos.
Agencia MTR