El mundo del fútbol está de luto tras el fallecimiento de César Luis Menotti, quien dejó un legado imborrable tanto como jugador como entrenador. A sus 85 años, Menotti partió dejando un vacío en el corazón de los aficionados argentinos y del fútbol mundial. Fue en la tarde de este domingo 5 de mayo.
Fue el técnico recordado ya que llegó a la Selección Nacional a ganar la primera Copa del Mundo, en 1978.
Nacido el 5 de noviembre de 1938 en Rosario, Argentina, Menotti forjó su carrera como futbolista en las filas de Rosario Central, donde comenzó a destacar por su habilidad y visión de juego en la posición de volante. Sin embargo, fue en su faceta como entrenador donde dejó una huella indeleble en la historia del deporte rey.
Su primer gran logro como director técnico llegó en 1973, cuando condujo a Huracán a la conquista del campeonato de Primera División, en lo que sería el inicio de una carrera llena de éxitos y reconocimientos. Pero fue en 1978 cuando alcanzó la cima de su carrera al guiar a la selección argentina hacia la gloria en la Copa del Mundo celebrada en su país natal. Ese equipo, con su característico estilo de juego ofensivo y tácticas innovadoras, se convirtió en campeón del mundo bajo la dirección de Menotti, dejando una marca indeleble en la historia del fútbol argentino.
Fue jugador de Rosario Central, luego de Racing y más tarde de Boca. Sus tiros libres con su pierna izquierda eran recordados por la potencia en la ejecución.
Sus métodos tácticos y su filosofía de juego, conocidos como “menottismo”, influenciaron a generaciones de entrenadores y jugadores en todo el mundo, dejando una marca perdurable en la forma en que se entiende y se juega al fútbol.
Además de su brillante carrera en los terrenos de juego, Menotti también dejó su huella en el ámbito de la gestión deportiva. Hasta el día de su fallecimiento, se desempeñaba como director de Selecciones de la Asociación del Fútbol Argentino, donde continuaba aportando su vasta experiencia y conocimientos para el desarrollo del deporte en su país.
También fue el director ejecutivo de la Escuela de Entrenadores que lleva su nombre, donde compartía sus enseñanzas y formaba a las futuras generaciones de técnicos.
El fallecimiento de Menotti deja un vacío insustituible en el fútbol argentino y en la comunidad futbolística mundial. Su legado perdurará en la memoria de aquellos que aman este deporte, recordando siempre su pasión, su compromiso y su inigualable contribución al hermoso juego.
Agencia MTR