El último Boletín Epidemiológico Nacional (BEN) emitido por el Ministerio de Salud ha revelado una preocupante situación respecto a la incidencia del dengue en Argentina. Desde el inicio de la temporada, que abarca desde la semana 31 de 2023 hasta la semana 16 de 2024, se han reportado un total de 396,484 casos de dengue, de los cuales el 91% son autóctonos, el 7% están en investigación y el 2% son importados. Específicamente, 379,341 de estos casos corresponden al año 2024.
La vigilancia del dengue se realiza de manera estacional, desde la semana epidemiológica 31 de un año hasta la semana 30 del siguiente, coincidiendo con el pico de actividad del virus, que generalmente ocurre durante los meses de verano. En este contexto, la incidencia acumulada hasta el momento para la temporada es de 842 casos por cada cien mil habitantes. Además, se han clasificado 871 casos como dengue grave, representando el 0.2% del total de casos, y se han registrado 280 fallecimientos, con una letalidad hasta el momento del 0.071%.
Aunque las temperaturas han comenzado a descender con la llegada del otoño, los riesgos persisten, ya que los mosquitos continúan circulando. Por ello, es fundamental que la población mantenga las medidas de prevención individual, como el descacharrado para eliminar recipientes donde el mosquito pueda criar, el uso de repelentes y el uso de ropa que cubra el cuerpo.
El mosquito Aedes aegypti, transmisor del dengue, es conocido por su capacidad de reproducirse en agua limpia y quieta, encontrando criaderos en lugares como platos de macetas, neumáticos, caños y cualquier recipiente que pueda contener agua en patios o balcones. Es crucial realizar limpiezas exhaustivas después de las lluvias para evitar la formación de criaderos y evitar que las larvas, en estado de latencia, se reactiven.
Además, es importante destacar que el dengue, antes circunscripto principalmente a provincias del norte argentino, ha extendido su alcance territorial hacia el centro del país y temporalmente sobre la estación fría. Ante esta situación, se destaca la importancia de combatir activamente al mosquito vector del virus, tanto a través del aporte ciudadano individual como mediante políticas públicas de prevención, limpieza y fumigación constante por parte del Estado.
En resumen, la prevención y el control del dengue son responsabilidades compartidas entre la ciudadanía y las autoridades sanitarias. La información actualizada y la adopción de medidas preventivas son fundamentales para mitigar la propagación de esta enfermedad y proteger la salud de la población argentina.
Agencia MTR