El 15 de enero de 1944 un terremoto en San Juan dejó el saldo de 7.000 fallecimientos y una gran destrucción de la ciudad capital.
Una semana después se realizó en el Luna Park de Buenos Aires un festival de ayuda solidaria. El espectáculo tenía como fin recaudar fondos para las víctimas del sismo.
El entonces coronel Juan Domingo Perón, a cargo de la Secretaría de Trabajo, concurre a la jornada. Allí conoce a la actriz María Eva Duarte, que había llegado a la capital del país, desde Junín tras pasar su nacimiento en Los Toldos y haber vivido su primera infancia en Facundo Quiroga, localidad del distrito de Nueve de Julio.
Cuentan que hay dos hipótesis sobre quién los presentó: una sostiene que los habría presentado el coronel Domingo Mercante, amigo del futuro presidente argentino. La otra versión señala que quien los presentó no fue otro que Roberto Galán.
Rápidamente, la relación entre Perón y Eva tomó estado público y, sobre todo, llegó a oídos de sus camaradas del Ejército, que, en general, no vieron con buenos ojos ese romance.
Cuando Eva conoció a Perón, el “general” vivía con una chica a la que llamaban la Piraña. Dicen que la temperamental Evita se encargó de sacarla a “patadas” de la casa de Perón.
“Evita” compartió su vida con Perón desde aquel festival y pasó a ser una figura clave de su proyecto político.
Pero por sobre todas las cosas, supo ganarse el amor y la devoción de las grandes mayorías populares hasta su prematura muerte, víctima de cáncer, el 26 de julio de 1952.
Nadie pensó, y sobre ellos mismos que ese ”flechazo’ en Eva Duarte y Juan Perón, iba a cambiar la historia para siempre de Argentina.
Agencia MTR