La palabra argentum que en latín significa plata, al castellanizarse o pasarse al español, es argentina.
Y cuando en 1516, Juan Díaz de Solís llamó Mar Dulce al hoy Río de la Plata, por entonces los portugueses así lo denominaban – Rio da Prata – ya que se decía que había metales a los llamaban argentum. Y los mismos portugueses en una cartografía de 1554 del navengante Lopo Homen, para Portugal usa Argentum, para esta geografía.
Pero es el 10 de mayo de 1601 que aparece por primera vez la mención a estas tierras como Argentina.
Fue el clérigo español Martín del Barco Centenera que la usa en una carta al marqués de Castel Rodrigo con un poema titulado Argentina y conquista del Río de la Plata con otros acontecimientos de los reinos del Perú, Tucumán y el Estado del Brasil.
Portada del Poema “La Argentina” de Martín del Barco Centenera.
Diez años más tarde, en 1612, el primer historiador Ruy Díaz de Guzmán, nativo de estos territorios publicó el libro Historia del Descubrimiento, Población y conquista del Río de la Plata (“Historia del descubrimiento, población y conquista del Río de la Plata”), nombrando el territorio descubierto por Solís como Tierra Argentina (“Tierra de Plata”, “Tierra plateada”).
Centenera recordado en el Monumento a España.
Sin embargo, el nombre de Argentina no se utilizó oficialmente en los comienzos de la etapa independentista, figurando en cambio Provincias del Río de la Plata para la Primera Junta; Provincias Unidas del Río de la Plata en 1811 y en la Asamblea de 1813; y Provincias Unidas en Sud América para el Congreso de 1816, aunque este congreso utilizó la variante Provincias Unidas en Sud América al sancionar la Constitución de 1819.
Recién en 1813, la Asamblea que dio a conocer normas trascendentes y entre ellas decisiones aprobó el Himno, se observa que en su letra se ‘habla del pueblo argentino’ denominando con esta frase a incluso las poblaciones de territorios que desde 1826 y 1829 por invasiones y diferendos dejaron de ser parte de las Provincias Unidas del Río de la Plata.
Pero hubo un intento de usar Argentina. En el borrador de los principios rectores de un documento del Congreso General de 1824 que reunió a los diputados de las Provincias Unidas del Río de la Plata, cuya finalidad era era restaurar la unidad nacional y el dictado de una constitución, se menciona la palabra Argentina. Se camina a hacia la constitución unitaria de 1824 que fracasó.
Primera Junta de 1810, primer gobierno patrio.
Con la llegada de Juan Manuel de Rosas a la gobernación de Buenos Aires, se comenzaron a utilizar nombres como Confederación Argentina, Federación Argentina o República de la Confederación Argentina, entre otros.
Ya se construía hacia la denominación ‘Argentina’.
La Constitución de 1853 de dictó bajo la presidencia de Urquiza.
Y es la Constitución de 1853 que usa ‘Confederación Argentina’, pero en la reforma de 1860 para que Buenos Aires se incorpore, en octubre de hace 162 años, pasó de ser Confederación a ‘Nación Argentina’ y de provincias confederadas a solo provincias. Además, se agregó el artículo 35 que expresaba: “Las denominaciones adoptadas sucesivamente desde 1810 hasta el presente, a saber, Provincias Unidas del Río de la Plata, República Argentina, Confederación Argentina, serán en adelante nombres oficiales indistintos para la designación del gobierno y territorio de las provincias, empleándose las palabras Nación Argentina en la formación y sanción de las Leyes”.
Mitre, conocido por ser el primer presidente de la “Argentina unificada”.
En octubre de ese 1860 en Paraná, por ese entonces capital de la Confederación, el presidente Santiago Derqui decretó que para “uniformar los actos administrativos” se usaría siempre República Argentina y en 1862, el presidente Bartolomé Mitre -primer presidente del país reunificado- hizo mención a su cargo como Presidente de la República Argentina, adoptando el nombre hasta nuestros días.
La plata es un metal precioso, falta ahora, darle valor en unidad para superar la dificultades que aquejan a la sociedad.
Agencia MTR