Se cumple este 17 de agosto un nuevo aniversario del fallecimiento del General José de San Martín. Tenía 72 años. Fue en Boulogne Sur-Mer, Francia.
Fue uno de los máximos héroes de la historia de nuestro país y de América y una pieza fundamental en la construcción de nuestra identidad nacional.
El Padre de la Patria fue una figura indispensable para las gestas independentistas de Argentina, Chile y Perú. El cruce de los Andes en 1817, la segunda cordillera más alta del planeta, es considerado hasta el día de hoy una de las hazañas militares más destacadas del mundo.
“Seamos libres y lo demás no importa nada” es una de sus frases más recordadas que sintetiza su anhelo y accionar en favor de un país soberano y libre por sobre todas las cosas.
Es el realizador con el ejército que conformó de los principios de la revolución de mayo. Es decir, esos ideales, se concretaron.
Vencedor en Chacabuco y Maipú, libertador de tres naciones: Argentina, Chile y Perú.
Luego de sus campañas se aleja, justo después de la entrevista en Guayaquil con Simón Bolívar, del escenario de América, para morir pobre y olvidado en un pequeño pueblo de Francia.
José de San Martín, el Santo de la espada, con su renunciamiento deja una enseñanza de grandeza moral que ilumina la Patria.
Entre tantos legados que ha dejado, haremos mención a las máximas que le dedicara a su hija Merceditas.
Fueron escogidas ante un deterioro en la vida de cada día del rol de ser padre. Lo que no debe olvidar, todo hombre dejar descendencia, es que su comportamiento debe ser altruista y de valores.
San Martín se muestra como padre, donde vuelca sus ideales educativos:
- Humanizar el carácter y hacerlo sensible aún con los insectos que nos perjudican. Stern ha dicho a una Mosca abriéndole la ventana para que saliese: “Anda, pobre Animal, el Mundo es demasiado grande para nosotros dos.”
- Inspirarla amor a la verdad y odio a la mentira.
- Inspirarla gran Confianza y Amistad pero uniendo el respeto.
- Estimular en Mercedes la Caridad con los Pobres.
- Respeto sobre la propiedad ajena.
- Acostumbrarla a guardar un Secreto.
- Inspirarla sentimientos de indulgencia hacia todas las Religiones.
- Dulzura con los Criados, Pobres y Viejos.
- Que hable poco y lo preciso.
- Acostumbrarla a estar formal en la Mesa.
- Amor al Aseo y desprecio al Lujo.
- Inspirarla amor por la Patria y por la Libertad.
Que a 172 años de su deceso, cada padre recuerde, su compromiso con la figura paterna, por el bien de cada hijo y el aporte, en consecuencia a la sociedad.