Esta tarde a los 77 años, cumplidos el pasado 11 de junio, se conoció el deceso de Julio Luis Guerriere. Se trata de uno de los periodistas más destacados durante décadas de Nueve de Julio. Excelente persona y mejor compañero en la profesión. Fueron sus padres, Luis Mariano Guerriere, sastre de profesión y Julia Angela Pastorino.
Había nacido en la misma ciudad que lo ve partir a la eternidad, donde desde chico incursionó en las letras. Tras finalizar el secundario en la Escuela Normal Superior, viajó a Buenos Aires para estudiar abogacía. Se anotó en la carrera de Derecho en la Universidad Nacional de esa ciudad – UBA-, y a los pocos días decidió visitar radio Porteña, hoy Continental. Alli empezó a incursionar al lado de Jorge Arriaga, un hombre de radio vinculado al automovilismo que lo entusiasmó en la actividad, y quien llevaba adelante un programa en esa emisora. Julio también quería ser locutor.
En su larga trayectoria en medios de comunicación, fue la voz de la mañana de LT33 Radio 9 de Julio (hoy Cadena Nueve) durante varias décadas. Sumaba su impronta, improvisación versátil, sensible, con poemas de su autoría, o tangos cuya letra le pertenecían. Además, los domingos había instalado un clásico ‘Tango y Deportes’ donde a la música ciudadana, mechado con las actividades deportivas, siendo el fútbol el que ganaba mayor protagonismo, seguido del automovilismo, amenizaba con historias mundanas.
Julio fue un verdadero bohemio. Su vida siempre fue libre, de alta creatividad y destacado talento. Era similar a la de los artistas. Lo era desde la pluma que conjugaba con una oratoria exquisita.
En ese sentido, como escritor y poeta ha dejado obras de gran valor literario, letras de tango registradas en SADAIC y algunas se encuentran grabadas en discos, casettes y CD. Además, publicó ‘Con luz de farol’, en 2016 y al año siguiente, ‘Pinceladas de vida’. Trabajaba en una tercera publicación, que seguramente será su obra póstuma.
Merced a su labor de recopilación pudo preservarse impresa la obra del poeta nuevejuliense Segundo José Torlasco.
También fue la voz de ‘Carburando’ dando vida a uno de los aviones que sobrevolaban las carreras de automovilismo cuando el Turismo de Carretera se corría en rutas o caminos abiertos, que se cortaban al tránsito para espectáculos de esta naturaleza. Se había iniciado cuando ese equipo estaba en Radio Rivadavia, y lo habían emprendido Andrés Rouco e Isidro González Longhi. En esos años, era la estación de broadcasting, líder.
Luego, cuando los autódromos suplieron a esos circuitos, se convirtió en el relator de la emisora de Nueve de Julio. Llevó bien lejos a LT33 con su sabiduría y manera de narrar hechos. Estuvo más de 20 años, al tiempo que redactaba para El Orden, medio escrito dirigido por el radical Antonio Rodriguez, quien fuera diputado nacional, en 1983 y cuyo nombre luce en la Sala de Sesiones del Concejo Deliberante de Nueve de Julio, a manera de reconocimiento.
Más tarde, esos mensajes domingueros los plasmó en Radio Victoria con el mismo formato de ‘Tango y Deporte’. Cuando en octubre de 1991, comenzó Tiempo se convirtió en el Secretario de Redacción y a su vez, fue la pluma de la prensa municipal hasta 2015, cuando se retiró por problemas de salud, y ya jubilado.
Julio Luis se había casado con Estela Ottaviani, quien falleciera a comienzos de abril del año pasado, tras haber sido embestida en la vía pública por un motociclista que la dejó tendida en el pavimento. Tuvo dos hijos, Marcelo y Flavia, y ocho nietos, Sofía, Francisco, Emilio, Valentina, Ailén, Zoe, Martina y Emma.
Fue el periodista más talentoso y versátil, de exquisita pluma que caracterizó a Nueve de Julio, además de excelente persona. Querible y respetado. Ese reconocimiento se plasmó al convertirse en el hombre de prensa del Sesquicentenario, elegido por su colegas y compañeros.
Sus restos serán sepultados mañana sábado 14, a las 11 hs. y es velado en la sala número 3 del Complejo de Salas Velatorio de la CEyS Mariano Moreno.
Julio, desde tu querida LT33 Radio 9 de Julio, que descanses en paz. Has dejado el mejor de los recuerdos y enseñanzas…Siempre un Maestro, humilde y cálido con tus compañeros a quienes fuiste guiando. Tu huella, resaltará en el tiempo!.
Agencia MTR